entonces el cojo saltará como ciervo, y cantará la lengua del mudo: porque revientan aguas en el desierto, y arroyos en el yermo.
Hechos 3:8 - Biblia Version Moderna (1929) y saltando, se puso en pie, y echó a andar; y entró juntamente con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Se levantó de un salto, se puso de pie y comenzó a caminar! Luego entró en el templo con ellos caminando, saltando y alabando a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies, y de un salto se puso en Pie y empezó a caminar. Luego entró caminando con ellos en el recinto del Templo, saltando y alabando a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y saltando, se puso en pie y anduvo, y entró con ellos en el templo andando y saltando, y alabando a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, dando un salto, se puso en pie y echó a andar. Entró con ellos al templo caminando, dando saltos y alabando a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. |
entonces el cojo saltará como ciervo, y cantará la lengua del mudo: porque revientan aguas en el desierto, y arroyos en el yermo.
Y al instante recibió la vista, y le seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, viendo esto, dió alabanza a Dios.
Regocijaos en aquel día, y saltad de gozo; porque, he aquí, vuestro galardón es grande en el cielo; pues que del mismo modo hacían los padres de ellos con los profetas.
Hallóle después Jesús en el Templo, y le dijo: He aquí ya estás sano; no peques más, no sea que te suceda otra cosa peor.
dijo a gran voz: ¡Levántate derecho sobre tus pies! Y él saltó, y echó a andar.
Y saltando sobre ellos el hombre en quien estaba el espíritu inmundo, señoreóse de ellos, y prevaleció contra ellos, de tal suerte que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.
Y trabándole de la diestra, le levantó: y al instante fueron robustecidos sus pies y tobillos;