Hechos 27:3 - Biblia Version Moderna (1929) Y al otro día, aportamos a Sidón: y Julio, tratando a Pablo bondadosamente, le permitió ir a sus amigos, y recibir sus atenciones. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Al día siguiente, cuando atracamos en Sidón, Julio fue muy amable con Pablo y le permitió desembarcar para visitar a sus amigos, a fin de que ellos pudieran proveer a sus necesidades. Biblia Católica (Latinoamericana) Llegamos a Sidón al día siguiente. Julio se mostró muy humano con Pablo y le permitió visitar a sus amigos y que pudieran atenderle. La Biblia Textual 3a Edicion Al día° siguiente atracamos en Sidón, y Julio, tratando a Pablo con benevolencia, le permitió que fuera a sus amigos a recibir atención. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al día siguiente tocamos tierra en Sidón; Julio se portó amablemente con Pablo y le permitió visitar a sus amigos y recibir sus atenciones. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a sus amigos, para ser asistido por ellos. |
Zabulón habitará a la ribera del mar, y se ocupará do arriban los navíos; y su costado estará hacia Sidón.
Y él ha dicho: ¡No te vanagloriarás ya más, oh violada virgen, hija de Sidón! ¡Levántate, pasa hasta Kitim! mas ni aun allí tendrás reposo.
y contra Hamat también, que es colindante con ésta; contra Tiro también y Sidón, aunque ella sea muy sabia.
¡Ay de ti, Corazín! ¡ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, ya ha mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.
¶Y estaba Herodes muy irritado contra los de Tiro y Sidón; mas ellos vinieron a él de común acuerdo, y habiendo ganado el favor de Blasto, camarero del rey, pidieron la paz; por cuanto su país traía la subsistencia del territorio del rey.
Y mandó al centurión que Pablo fuese guardado; y que usase de indulgencia con él, y que no vedase que ninguno de los suyos le hiciese servicio alguno.
Y CUANDO se resolvió que hubiésemos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a ciertos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
Mas el centurión, queriendo salvar a Pablo, les estorbó su intento; y mandó que los que podían nadar, se arrojasen los primeros y llegasen a tierra,
¶Y cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de la guardia pretoriana; pero a Pablo le fué permitido habitar por sí solo, con un soldado que le guardaba.
y a Hebrón, y a Rehob, y a Hamón, y a Caná, hasta llegar a la gran Sidón.