Hechos 26:16 - Biblia Version Moderna (1929) Mas levántate, y ponte sobre tus pies: porque para esto te he aparecido para constituirte ministro mío, y testigo así de las cosas que has visto, como de aquellas por las que me apareceré otras veces a ti, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora, ¡levántate! Pues me aparecí ante ti para designarte como mi siervo y testigo. Dile a la gente que me has visto y lo que te mostraré en el futuro. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora levántate y ponte en Pie: me he manifestado a ti para hacerte servidor y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te mostraré más adelante. La Biblia Textual 3a Edicion Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque me he aparecido° a ti precisamente para escogerte por ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto de mí,° sino de aquellas en que me apareceré a ti, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero levántate y ponte en pie; porque para esto me he aparecido a ti, para constituirte en servidor y testigo de lo que acabas de ver y de lo que aún te mostraré. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, |
y me dijo: Daniel, varón muy amado, entiende las palabras que te voy a decir, y ponte derecho en donde estás; porque ahora he sido enviado a ti. Y cuando me hubo dicho esto, yo me puse en pie temblando.
según nos las entregaron aquellos que desde el principio fueron testigos de vista y ministros de la palabra,
Porque él era contado entre nosotros, y tuvo parte en este ministerio.
para que tome el lugar en este ministerio y apostolado, de donde Judas cayó para que fuese a su propio lugar.
Pero ninguna de estas cosas me mueve, ni tengo a mi misma vida por cosa que me sea cara, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para testificar el evangelio de la gracia de Dios.
Y habiéndolos saludado, les refirió una por una las cosas que había hecho Dios entre los gentiles por su ministerio.
Y dije yo: ¿Qué haré Señor? Y el Señor me dijo: Levántate y vé a Damasco; y allí se te anunciará todo cuanto está ordenado que hagas.
¶Y a la noche siguiente se puso junto a él el Señor, y dijo: No temas, Pablo, pues así como has dado testimonio de mí en Jerusalem, así es menester que des testimonio también en Roma.
Y dije yo: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
pero nosotros nos ocuparemos de continuo en la oración, y en el ministerio de la palabra.
por medio de quien recibimos gracia y apostolado, para obediencia a la fe entre todas las naciones, por causa de su nombre,
para que yo fuese ministro litúrgico de Cristo Jesús, con respecto a los gentiles, ministrando, a manera de sacerdote, el evangelio de Dios; para que la presentación de los gentiles en sacrificio a Dios, le sea acepta, siendo santificada por el Espíritu Santo.
POR lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según hemos alcanzado misericordia, no desfallecemos.
Y todas las cosas son de Dios, el cual nos ha reconciliado consigo mismo por medio de Cristo, y nos ha confiado a nosotros el ministerio de la reconciliación:
Porque no lo recibí de hombre alguno, ni tampoco me fué enseñado; sino que lo recibí por revelación de Jesucristo.
Y subí por revelación; y expuse delante de ellos aquel evangelio que predico entre los gentiles; mas privadamente a los de reputación; no fuese que de cualquiera manera yo corriese, o hubiese corrido en vano.
cómo por revelación fuéme dado a conocer el misterio, según escribí más arriba en breves palabras,
si en verdad permaneciereis en la fe, cimentados y estables, y no os dejáis mover de la esperanza del evangelio que habéis oído, y que ha sido predicado a toda criatura debajo del cielo; del cual yo Pablo he sido constituído ministro.
de la cual yo fuí constituído ministro, conforme al oficio de administrador que Dios me encomendó, en orden a vosotros, para predicar cumplidamente la palabra de Dios;
según lo aprendisteis de Epafras, nuestro amado consiervo, que es para con vosotros un fiel siervo de Cristo;
y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y nuestro colaborador en el evangelio de Cristo, para fortaleceros y consolaros en cuanto a vuestra fe;
¶Doy gracias a aquel que me habilitó, a Cristo Jesús, Señor nuestro, por cuanto me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio;
¶Si impusieres a los hermanos en estas cosas, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena enseñanza, que has seguido estrictamente.
Tú empero sé vigilante en todas las cosas, sufre trabajos, desempeña la obra de evangelista, cumple bien tu ministerio.