Y le dieron las nuevas, diciendo: ¡José vive aún! ¡y él es gobernador de toda la tierra de Egipto! Mas permaneció frío su corazón, porque no les creía.
Hechos 12:9 - Biblia Version Moderna (1929) Y saliendo, le siguió; y no sabía que era realidad lo que fué hecho por el ángel, sino pensaba que veía una visión. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo, le seguía; pero no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía una visión. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Pedro salió de la celda y siguió al ángel, pero todo el tiempo pensaba que era una visión; no se daba cuenta de que en verdad eso estaba sucediendo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pedro salió tras él; no se daba cuenta de que lo que estaba ocurriendo con el ángel era realidad, y todo le parecían visiones. La Biblia Textual 3a Edicion Y saliendo, lo seguía; pero no entendía que lo que estaba sucediendo por medio del ángel era° real, sino que suponía estar viendo una visión. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió tras él, sin saber si era verdad lo que el ángel hacía; más bien le parecía estar viendo una visión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo, le seguía; y no sabía que era verdad lo que hacía el ángel, sino que pensaba que veía visión. |
Y le dieron las nuevas, diciendo: ¡José vive aún! ¡y él es gobernador de toda la tierra de Egipto! Mas permaneció frío su corazón, porque no les creía.
CUANDO Jehová hizo tornar el cautiverio de Sión, éramos como gente que sueña.
¶Y mientras Pedro estaba muy perplejo entre sí, sobre lo que hubiese de ser la visión que había visto, he aquí que los hombres que habían sido enviados por Cornelio, habiendo preguntado por la casa de Simón, estaban delante de la puerta;
vió éste claramente, en visión, como a la hora nona del día, a un ángel de Dios, que entraba a donde él estaba, y le decía: Cornelio.
Estaba yo en la ciudad de Joppe orando; y ví en éxtasis una visión, a saber, que descendía cierto receptáculo, como si fuese un gran lienzo, descolgado del cielo por las cuatro puntas; y vino hasta mí.
Y le dijo el ángel: Cíñete, y cálzate las sandalias. Y él lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu capa, y sígueme.
¶Por lo cual, oh rey Agripa, no fuí desobediente a la visión celestial;
¶Mas había cierto discípulo en Damasco, llamado Ananías; y a éste le dijo el Señor en visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.
¶Por fe Abraham, habiendo sido llamado, para que saliera a un lugar que había de recibir como herencia, obedeció; y salió sin saber a dónde iba.