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Hechos 1:3 - Biblia Version Moderna (1929)

A los cuales también se presentó vivo, después de su pasión, con muchas pruebas convincentes, por espacio de cuarenta días; siendo visto de ellos, y hablándoles de las cosas concernientes al reino de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Durante los cuarenta días después de que sufrió y murió, Cristo se apareció varias veces a los apóstoles y les demostró con muchas pruebas convincentes que él realmente estaba vivo. Y les habló del reino de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De hecho, se presentó a ellos después de su pasión y les dio numerosas pruebas de que vivía. Durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ante los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo, con muchas pruebas decisivas, apareciéndoseles durante cuarenta días, y hablándoles de las cosas concernientes al reino de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

A estos mismos se mostró después de su pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo, permitió que por espacio de cuarenta días le vieran, y les habló del reino de Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas infalibles, siendo visto de ellos por cuarenta días, y hablándoles de las cosas que pertenecen al reino de Dios:

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Hechos 1:3
27 Tagairtí Cros  

Levantóse pues, y comió, y bebió; y caminó en la virtud de aquella comida cuarenta días y cuarenta noches, hasta Horeb, el Monte de Dios.


Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.


Y he aquí que Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Dios os guarde! Y ellas, llegándose, le tuvieron de los pies, y le adoraron.


diciendo:  Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.


Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.


¶Así pues, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fué recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.


¶Y después de ocho días sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando cerradas las puertas, y se estuvo en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.


DESPUÉS de esto manifestóse Jesús otra vez a sus discípulos, junto al mar de Tiberias; y manifestóse de esta manera:


Ésta es ya la tercera vez que Jesús apareció a los discípulos, después que hubo resucitado de entre los muertos.


y fué visto muchos días de los que subieron con él de Galilea a Jerusalem; los cuales son ahora testigos suyos al pueblo.


¶Y entrando en la sinagoga, habló animosamente por espacio de tres meses, razonando y persuadiendo en lo relativo al reino de Dios.


¶Y habiéndole señalado un día, vinieron a él en gran número, a su alojamiento; a los cuales expuso la materia, testificando ardorosamente respecto del reino de Dios, y persuadiéndoles respecto de Jesucristo, sacando sus pruebas así de la Ley de Moisés como de los Profetas, desde por la mañana hasta la tarde.


predicando el reino de Dios, y enseñando lo tocante al Señor Jesucristo, con toda confianza, sin que nadie se lo vedase.


Mas cuando creyeron a Felipe, que les predicaba las buenas nuevas del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres.


porque el reino de Dios no es el comer y el beber, sino la justicia, y la paz, y el gozo en el Espíritu Santo.


Y caí postrado delante de Jehová, como antes, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua, a causa del gran pecado que habíais cometido, haciendo lo que es malo a los ojos de Jehová, provocando así su ira;


Cuando yo había subido al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová había hecho con vosotros, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua;


el cual nos ha libertado de la potestad de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor;


a fin de que anduvieseis como es digno de Dios, que os ha llamado a su reino y gloria.


LO que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y nuestras manos han palpado, concerniente al Verbo de la Vida;