Y dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; pues ahora conozco que tú temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, tu hijo único.
Hageo 1:12 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Entonces Zorobabel hijo de Sealtiel, y Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz de Jehová su Dios, y la palabra de Aggeo profeta, conforme a lo que le había enviado a decir Jehová su Dios; y el pueblo temía delante de Jehová. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Jehosadac, el sumo sacerdote, y todo el remanente del pueblo de Dios comenzaron a obedecer el mensaje del Señor su Dios. Cuando oyeron las palabras del profeta Hageo, a quien el Señor su Dios había enviado, el pueblo temió al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora bien, Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el pueblo, escucharon estas palabras de Yavé su Dios que les hablaba por medio del profeta Ageo, pues hablaba por encargo de Yavé, su Dios. Y el pueblo se llenó de respeto a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y Zorobabel ben Salatiel, y Josué ben Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, obedecieron la voz de YHVH su Dios mediante las palabras del profeta Hageo, tal como YHVH, Dios de ellos, le había mandado. Y el pueblo tuvo temor delante de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz de Yahveh, su Dios, y las palabras del profeta Ageo, de acuerdo con la misión para lo cual Yahveh, su Dios, lo había enviado y el pueblo sintió temor ante Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyó Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como lo había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. |
Y dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; pues ahora conozco que tú temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, tu hijo único.
¶Y se hallaron de los hijos de los sacerdotes que habían tomado mujeres extranjeras, algunos de los hijos de Jesúa hijo de Josadac, y de los hermanos de él, Maasías, y Eliezer, y Jarib, y Gedelías;
Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Sealtiel y Jesúa hijo de Josadac, y comenzaron a edificar la Casa de Dios, que está en Jerusalem; y con ellos estaban los profetas de Dios que les ayudaban.
¡ALELUYA! ¡Dichoso el hombre que teme a Jehová, que se deleita mucho en sus mandamientos!
El temor de Jehová es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.
¶Oigamos pues la conclusión de todo el asunto: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es la suma del deber humano.
Si fuereis bien dispuestos y obedientes, de lo mejor de la tierra comeréis;
¿Quién hay de entre vosotros que teme a Jehová, que escucha la voz de su siervo; que sin embargo anda en tinieblas y no tiene luz? ¡Confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios!
EN el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, fué hecha revelación de Jehová por medio de Aggeo profeta, a Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, que decía:
Y Jehová animó el espíritu de Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; de manera que se llegaron y emprendieron la obra en cuanto a la Casa de Jehová de los Ejércitos, su Dios,
Habla a Zorobabel hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:
¶Así pues la iglesia tuvo paz por toda la Judea y la Galilea y la Samaria, y fué edificada; y andando en el temor del Señor, y en el consuelo del Espíritu Santo, se iba aumentando.
Congregarás el pueblo, los hombres, y las mujeres, y los niños, y el extranjero que habita dentro de tus puertas, para que oigan y aprendan, y así teman a Jehová vuestro Dios, y guarden las palabras de esta ley para cumplirlas;
y para que los hijos de ellos, que no tuvieron conocimiento de estas cosas, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios todos los días que viviereis sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán para tomar posesión de ella.
el cual ha llegado a vosotros; así como en todo el mundo está dando fruto y creciendo, lo mismo que entre vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad;
Por lo cual, recibiendo nosotros un reino que no puede ser movido, tengamos gracia, por medio de la cual sirvamos a Dios, de un modo que le sea acepto, con reverencia y temor filial: