Y Esaú aborreció a Jacob por motivo de la bendición con que le había bendecido su padre; y decía Esaú en su corazón: Se acercan ya los días del duelo por mi padre; entonces mataré a Jacob mi hermano.
Génesis 50:2 - Biblia Version Moderna (1929) Y mandó José a sus siervos, los médicos, que embalsamasen a su padre; y embalsamaron los médicos a Israel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y mandó José a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Después ordenó a los médicos que estaban a su servicio que embalsamaran el cuerpo de su padre, y Jacob fue embalsamado. Biblia Católica (Latinoamericana) Mandó después a los médicos que estaban a su servicio que embalsamaran a su padre y ellos lo embalsamaron. La Biblia Textual 3a Edicion Luego José dio órdenes a los médicos a su servicio para que embalsamaran a su padre. Y los médicos embalsamaron a Israel, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mandó después José a sus servidores médicos que embalsamaran a su padre, y los médicos embalsamaron a Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mandó José a sus siervos los médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel. |
Y Esaú aborreció a Jacob por motivo de la bendición con que le había bendecido su padre; y decía Esaú en su corazón: Se acercan ya los días del duelo por mi padre; entonces mataré a Jacob mi hermano.
ENTONCES cayó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besóle.
Murió pues, José de edad de ciento y diez años; y le embalsamaron, y le tuvieron depositado en un ataúd en Egipto.
y le sepultaron en una de sus propias sepulturas, que él había hecho labrar para sí en la ciudad de David; y le acostaron en una cama que estaba llena de especias aromáticas, y de diferentes géneros de ungüentos confeccionados por obra de los perfumistas; e hicieron por él una quema muy imponente.
Porque derramando este ungüento sobre mí cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
Ella ha hecho cuanto podía: adelantóse a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Y CUANDO el sábado hubo pasado, María Magdalena, y María madre de Santiago, y Salomé compraron drogas aromáticas para ir a ungirle.
MAS el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias que habían preparado.
Jesús entonces le dijo: Dejadla; para el día de mi sepultura ella ha guardado esto.