Dijo entonces Jacob a Simeón y Leví: Me habéis turbado, haciéndome odioso para con los moradores de este tierra, para con los Cananeos y los Perezeos; y teniendo yo poca gente, se juntarán contra mí y me herirán; y seré destruído, yo y mi casa.
Génesis 49:6 - Biblia Version Moderna (1929) ¡En su consejo no entres, oh alma mía, ni con su asamblea te juntes, honra mía! porque en su saña mataron hombres, y en su voluntariedad desjarretaron bueyes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, Y en su temeridad desjarretaron toros. Biblia Nueva Traducción Viviente Que jamás tome parte yo en sus reuniones; que nunca tenga nada que ver con sus planes. Pues en su enojo asesinaron hombres, y por diversión mutilaron bueyes. Biblia Católica (Latinoamericana) Que nunca mi alma participe en sus intrigas, y que mi corazón esté lejos de su compañía, porque en su enojo mataron hombres, y en su furor desjarretaron toros. La Biblia Textual 3a Edicion En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte a su asamblea, Pues en su furia asesinaron varones, Y en su temeridad desjarretaron bueyes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Que no participe mi alma en sus consejos, ni mi corazón se asocie a su asamblea. Porque en su furor mataron hombres y en su desenfreno desjarretaron toros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En su secreto no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su ira mataron a un hombre, y en su voluntad arrancaron un muro. |
Dijo entonces Jacob a Simeón y Leví: Me habéis turbado, haciéndome odioso para con los moradores de este tierra, para con los Cananeos y los Perezeos; y teniendo yo poca gente, se juntarán contra mí y me herirán; y seré destruído, yo y mi casa.
Y David le tomó prisioneros mil y setecientas gentes de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David todos los tiros de carro, mas reservó de ellos para cien carros.
Y le quitó David mil carros de guerra, y siete mil gentes de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David todos los tiros de carro, dejando de ellos para cien carros.
BIENAVENTURADO el hombre que no anda en el consejo de los inicuos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en el banco de los escarnecedores;
¡BENDICE, oh alma mía, a Jehová, y todas mis entrañas bendigan su santo nombre!
¡De cierto, oh Dios, tú matarás al inicuo! ¡apartaos, pues, de mí, los hombres sanguinarios!
Por tanto se alegra mi corazón, y se regocija mi gloria; mi carne también descansará confiadamente:
¡No arrebates mi alma con los pecadores, ni mi vida con los hombres sanguinarios!
¡No me arrebates con los inicuos, y con los obradores de iniquidad! los cuales hablan paz con sus prójimos, y llevan maldad en su corazón.
a fin de que a ti cante gloria, y no calle: ¡Jehová, Dios mío, para siempre te alabaré!
¿Por qué te abates, oh alma mía? ¿y por qué te conturbas dentro de mí? ¡Espera en Dios; porque aun lo tengo de alabar, salud de mi rostro y mi Dios!
¿Por qué te abates, oh alma mía? ¿y por qué te conturbas dentro de mí? ¡Espera en Dios; porque aun le tengo de alabar por la salud que de su rostro viene!
¿Por qué te abates, oh alma mía? ¿y por qué te conturbas dentro de mí? ¡Espera en Dios; porque aun le tengo de alabar, salud de mi rostro y mi Dios!
¡Condénalos, oh Dios! ¡caigan por sus mismos consejos! ¡por la multitud de sus transgresiones échalos fuera! porque se rebelaron contra ti.
¡Despierta, oh gloria mía! ¡despertad, salterio y arpa! que yo despertaré al alba.
¡Escóndeme del consejo de los malhechores, de la turba de los obradores de iniquidad!
Si dijeren: Ven tú con nosotros; pongamos asechanzas pana derramar sangre; escondamos lazos, sin motivo, para el inocente;
Los pensamientos de los justos son equitativos; pero los manejos de los inicuos son fraudulentos.
No me he sentado para gozarme en el círculo de los que pasan alegre vida; a causa de tu mano me he sentado solo; pues que me has llenado de indignación.
¡Mis entrañas! ¡mis entrañas! ¡me duelen las paredes de mi corazón; se conmueve mi corazón; no puede estarse quieto, por cuanto has oído, oh alma mía, el sonido de la trompeta y la alarma de guerra!
y diré a mi alma: ¡Alma, tienes muchos bienes almacenados para muchos años! ¡descansa! ¡come, bebe, huélgate!
¶No seáis unidos en yugo desigual con los que no creen: ¿pues qué consorcio tiene la justicia con la iniquidad? ¿o qué comunión tiene la luz con las tinieblas?
¡Maldito aquel que matare ocultamente a su prójimo! Y dirá todo el pueblo: ¡Amén!
E hizo con ellos Josué según le había mandado Jehová: desjarretó sus caballos y sus carros quemó a fuego.
¡El torrente de Cisón se los llevó, ese torrente antiguo, el torrente de Cisón! ¡Huella, oh alma mía, a los poderosos!