Mas aquel con quien halles tus dioses, ¡que no viva! Delante de nuestros hermanos reconoce qué tengo de lo tuyo, y llévatelo. (Porque Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.)
Génesis 44:9 - Biblia Version Moderna (1929) Aquel de tus siervos con quien fuere hallada, que muera, y también nosotros seremos siervos de mi señor. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Si usted encuentra la copa en poder de uno de nosotros, que muera el hombre que la tenga. Y el resto de nosotros, mi señor, seremos sus esclavos. Biblia Católica (Latinoamericana) Si a alguno de nosotros, tus siervos, se le encuentra el objeto, que muera, y también nosotros seremos esclavos de mi señor. La Biblia Textual 3a Edicion Aquel de tus siervos en quien sea hallada, que muera, y nosotros también seremos esclavos de mi señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquél de tus siervos en cuyo poder fuere hallada, muera; y aún más, nosotros seremos esclavos de mi señor'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aquel de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. |
Mas aquel con quien halles tus dioses, ¡que no viva! Delante de nuestros hermanos reconoce qué tengo de lo tuyo, y llévatelo. (Porque Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.)
Y los hombres se sobrecogieron de temor cuando se vieron conducidos a casa de José; y decían: Por motivo del dinero que fué devuelto en nuestros costales la vez primera, somos traídos acá, para entrar en pleito con nosotros, y arrojarse sobre nosotros, y tomarnos como siervos, a nosotros y a nuestros asnos.
Y él respondió: Sea ahora conforme a vuestras palabras: aquel con quien fuere hallada será mi siervo; mas vosotros quedaréis disculpados.
A lo cual respondió Judá: ¿Que diremos a mi señor? ¿qué hablaremos, o cómo nos justificaremos? Dios ha puesto en descubierto la iniquidad de tus siervos. ¡Henos aquí, siervos de mi señor, así nosotros como aquel en cuyo poder fué hallada la copa!
Si pues soy malhechor, o he cometido algo digno de muerte, no rehuso morir; pero si nada hay de aquellas cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos por favor. ¡Apelo a César!