Le dijo además: También tenemos paja, y asimismo forraje en abundancia, y lugar donde posar.
Génesis 42:27 - Biblia Version Moderna (1929) Mas al abrir uno de ellos su saco para dar un pienso a su asno en la posada, vió su dinero; porque, he aquí, estaba en la boca de su costal. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando se detuvieron a pasar la noche y uno de ellos abrió su costal a fin de sacar grano para su burro, encontró su dinero en la abertura del costal. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando acamparon para pasar la noche, uno de ellos abrió su bolsa para dar forraje a su burro, y vio su plata: ¡Estaba en la boca de la bolsa! La Biblia Textual 3a Edicion Pero en el mesón, al abrir uno su saco para dar forraje a su asno, he aquí vio que su plata estaba en la boca de su costal. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegaron al lugar donde debían pasar la noche, abrió uno su saco para dar pienso a su asno y vio su dinero en la boca del saco. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal. |
Le dijo además: También tenemos paja, y asimismo forraje en abundancia, y lugar donde posar.
Y sucedió que al vaciar sus sacos, ¡he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero! y cuando ellos y su padre vieron los atados de su dinero, tuvieron temor.
Y los hombres se sobrecogieron de temor cuando se vieron conducidos a casa de José; y decían: Por motivo del dinero que fué devuelto en nuestros costales la vez primera, somos traídos acá, para entrar en pleito con nosotros, y arrojarse sobre nosotros, y tomarnos como siervos, a nosotros y a nuestros asnos.
Ellos entonces se dieron prisa para bajar cada uno su costal en tierra; abrió también cada cual su costal.
¶Y aconteció en el camino, en una posada, que Jehová le salió al encuentro, y procuró matarle.
y llegándose, le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino, y poniéndole sobre su misma bestia, le llevó al mesón, y cuidó de él.
y dió a luz su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y acostóle en un pesebre; porque no había lugar para ellos en el mesón.