Y cuando volvió Rubén a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna; y él rasgó sus vestidos;
Génesis 37:34 - Biblia Version Moderna (1929) Y rasgó Jacob sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y lamentóse a causa de su hijo muchos días. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob rasgó su ropa y se vistió de tela áspera, e hizo duelo por su hijo durante mucho tiempo. Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob desgarró sus vestidos, se vistió con un sayal, e hizo duelo por su hijo durante muchos días. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Jacob rasgó sus ropas, puso tela de saco en sus lomos e hizo duelo por su hijo durante muchos días. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, se vistió de saco e hizo duelo por su hijo muchos días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días. |
Y cuando volvió Rubén a la cisterna, he aquí que José no estaba en la cisterna; y él rasgó sus vestidos;
Mas él respondió: No irá mi hijo con vosotros; pues su hermano es muerto, y él solo me ha quedado; y le va a suceder alguna desgracia en el camino por donde vais: así haréis descender mis canas con dolor a la sepultura.
Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargando cada uno su asno, volviéronse a la ciudad.
Entonces asiendo David de sus vestidos, los rasgó; e hicieron lo mismo todos los hombres que con él estaban.
¶Entonces dijo David a Joab y a todo el pueblo que había con él: ¡Rasgaos los vestidos, y ceñíos de saco, y haced duelo delante de Abner! Y el rey David iba en pos de las andas.
Entonces le dijeron sus siervos: He aquí tenemos entendido de los reyes de la casa de Israel, que son reyes benignos. Rogámoste pues que nos pongamos sacos sobre los lomos, y sogas al cuello, y salgamos al rey de Israel; acaso te perdonará la vida.
Y sucedió que cuando oyó Acab estas palabras, rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y se acostó en cilicio, y andaba callado.
Y ACONTECIÓ que como le oyese el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, y cubriéndose de saco, entró en la Casa de Jehová.
Y Eliseo le vió, y clamó repetidamente: ¡Padre mío! ¡padre mío! ¡carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vió. Trabando pues de sus vestidos, los rasgó en dos partes.
Y sucedió que como oyese el rey las palabras del Libro de la Ley, rasgó sus vestidos.
¶Entonces David alzó los ojos y vio al ángel de Jehová que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalem; y cayó David, juntamente con los ancianos, cubiertos de saco, sobre sus rostros.
Y lamentólos su padre Efraim muchos días, y vinieron sus hermanos a consolarle.
MAS el día veinte y cuatro de este mes se congregaron los hijos de Israel en ayuno, y con sacos y tierra sobre sí.
¶Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rapóse la cabeza, y cayó en tierra, y adoró:
Mas cuando levantaron los ojos desde lejos, no le conocieron; con lo cual alzaron su voz y lloraron; y rasgando cada uno su manto, esparcieron polvo sobre sus cabezas, hacia el cielo;
¡Temblad, las que estáis descuidadas! ¡turbaos, las que vivís sin recelo! ¡despojaos, desnudaos, ceñid los lomos de saco!
¶Entonces Eliaquim hijo de Helcías, mayordomo de palacio, y Sebna secretario, y Joah hijo de Asaf, cronista, volvieron a Ezequías, rasgados los vestidos, y le refirieron las palabras de Rabsaces.
Así no tuvieron temor, y no rasgaron sus vestidos, ni el rey, ni ninguno de sus siervos que habían oído todas aquellas palabras:
Porque toda cabeza está calva, y toda barba cortada; también en todas las manos hay sajaduras, y sobre todos los lomos, saco.
rasgad vuestros corazones y no vuestros vestidos, y volveos a Jehová vuestro Dios; porque él es clemente y compasivo, lento en iras y grande en misericordia, y se arrepiente del mal que amenaza traer.
¡Ay de ti, Corazín! ¡ay de ti, Bethsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, ya ha mucho que se hubieran arrepentido en cilicio y ceniza.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿qué más necesidad tenemos de testigos? ¡He aquí, ahora habéis oído la blasfemia!
Pero al oír esto los apóstoles, Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos, y saltaron en medio de la multitud, clamando y diciendo:
¶Entonces Josué rasgó sus vestidos, y cayó postrado en tierra sobre su rostro delante del Arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
Y daré autoridad a mis dos testigos, los cuales profetizarán mil doscientos sesenta días, vestidos de sacos.
Y fué así que como él la viese, rasgó sus vestidos, y le dijo: ¡Ay de mí, hija mía! me has abatido por completo; y tú has venido a ser del número de los que me tienen turbado; porque he abierto mi boca a Jehová, y no podré volver atrás.