Y fué Rubén, en tiempo de la cosecha de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces dijo Raquel a Lea: Ruégote me des de las mandrágoras de tu hijo.
Génesis 30:15 - Biblia Version Moderna (1929) Mas ella le respondió: ¿Es tan poca cosa el haberte tú llevado mi marido, que quieras llevarte también las mandrágoras de mi hijo? Dijo Raquel: Por tanto se acostará contigo esta noche, a trueque de las mandrágoras de tu hijo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿No fue suficiente que me robaras a mi marido? ¿Ahora también te robarás las mandrágoras de mi hijo? —le respondió Lea con enojo. Raquel contestó: —Dejaré que Jacob duerma contigo esta noche si me das algunas mandrágoras. Biblia Católica (Latinoamericana) Le respondió Lía: '¿No te basta con haberme quitado el marido, que ahora quieres llevarte también las manzanas de mi hijo?' Raquel le dijo: 'Muy bien, que duerma contigo esta noche, a cambio de las manzanas de tu hijo. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella le dijo: ¿Te parece poco haberme quitado a mi marido, que me quieres quitar las mandrágoras de mi hijo? Respondió Raquel: Pues bien, que se acueste contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mas ella respondió: '¿Te parece poco haberme quitado mi marido, que quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo?'. Contestó Raquel: 'Bien, que duerma contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. |
Y fué Rubén, en tiempo de la cosecha de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a su madre Lea. Entonces dijo Raquel a Lea: Ruégote me des de las mandrágoras de tu hijo.
Y cuando Jacob volvió del campo a la tarde, salióle al encuentro Lea, y le dijo: Conmigo has de estar esta noche; que a buen seguro te he alquilado con las mandrágoras de mi hijo. Y acostóse con ella aquella noche.
Y el profeta contestó: Oíd pues, casa de David: ¿Os es tan poca cosa cansar a los hombres, que querréis cansar también a mi Dios?
Pero ni aun en los caminos de ellas has andado tú, ni conforme a sus abominaciones has hecho (demasiado poco te era esto), sino que te has corrompido más que ellas en todos tus caminos.
¿Por ventura te parece poca cosa el que nos hayas hecho subir de una tierra que mana leche y miel, para hacernos morir en este desierto, para que quieras también hacerte señor absoluto de nosotros?
Mas en cuanto a mí, es cosa de poquísima importancia el que sea yo juzgado por vosotros, o por juicio humano: más aún, yo no me juzgo a mí mismo.