Y dijo Abram a Lot: No haya, te ruego, contienda entre mí y ti, ni entre mis pastores y tus pastores; porque hermanos somos.
Génesis 29:14 - Biblia Version Moderna (1929) Y Labán le dijo: ¡Ciertamente mi hueso y mi carne eres! Y estuvo con él por espacio de un mes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes. Biblia Nueva Traducción Viviente Labán exclamó: «¡Verdaderamente eres de mi misma sangre!». Jacob se quedó con Labán alrededor de un mes, y después Biblia Católica (Latinoamericana) Jacob contó a Labán todo lo ocurrido, y Labán le dijo: 'En verdad tú eres carne y hueso míos. Y Jacob se quedó allí con él durante un mes. La Biblia Textual 3a Edicion Y Labán le dijo: ¡Ciertamente hueso mío y carne mía eres! Y habitó con él los días de un mes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Díjole Labán: 'Ciertamente, hueso mío y carne mía eres'. Y moró Jacob con él un mes entero. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él el tiempo de un mes. |
Y dijo Abram a Lot: No haya, te ruego, contienda entre mí y ti, ni entre mis pastores y tus pastores; porque hermanos somos.
Entonces dijo el hombre: Esta vez, hueso es de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Hembra, porque del hombre fué ella tomada.
Y manifestó Jacob a Raquel que era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca. Entonces ella corrió, y lo contó a su padre.
Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por cuanto eres mi hermano, me servirás de balde? declárame cuál ha de ser tu salario.
Venid y vendámosle a estos Ismaelitas; mas no pongamos nosotros mano sobre él: porque es nuestro hermano, nuestra misma carne. Y convinieron con él sus hermanos;
ENTONCES vinieron todas las tribus de Israel a David en Hebrón, y le hablaron, diciendo: ¡He aquí que hueso tuyo y carne tuya somos nosotros!
No confiéis en compañero, ni os fiéis del amigo más íntimo; contra aquella que duerme en tu seno, guarda la puerta de tu boca:
por si acaso pueda provocar a celos a los que son mi carne, y salvar a algunos de ellos.
porque nosotros somos miembros de su cuerpo, participantes de su carne y de sus huesos.
Ruégoos digáis en oídos de todos los vecinos de Siquem: ¿Qué os conviene más, el que reinen sobre vosotros setenta hombres, hijos todos ellos de Jerobaal, o que reine sobre vosotros un solo hombre? acordaos también de que yo soy vuestro hueso y vuestra carne.