Y estando el sol para ponerse, cayó sobre Abram un sueño profundo, y he aquí que un terror de grande oscuridad cayó sobre él.
Génesis 28:11 - Biblia Version Moderna (1929) Y dió con cierto lugar, e hizo noche allí, porque ya se había puesto el sol. Y tomó una de las piedras del lugar, y se la puso por cabecera, y acostóse en aquel lugar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente A la caída del sol, llegó a un buen lugar para acampar, y se quedó allí a pasar la noche. Jacob encontró una piedra donde reposar su cabeza y se acostó a dormir. Biblia Católica (Latinoamericana) Al llegar a un cierto lugar, se dispuso a pasar allí la noche pues el sol se había ya puesto. Escogió una de las piedras del lugar, la usó de cabecera, y se acostó en ese lugar. La Biblia Textual 3a Edicion y llegado a cierto lugar, pasó allí la noche porque ya el sol se había puesto. Tomó una piedra del lugar y la puso por su cabecera y se tendió en aquel sitio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y llegó a un lugar donde se dispuso a pasar la noche, porque se había puesto ya el sol. Tomó una de las piedras del lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto; y tomó una de las piedras de aquel paraje y la puso de cabecera, y se acostó en aquel lugar. |
Y estando el sol para ponerse, cayó sobre Abram un sueño profundo, y he aquí que un terror de grande oscuridad cayó sobre él.
Y por la mañana, madrugando Jacob, tomó la piedra que había puesto por cabecera, y alzóla por pilar, y derramó aceite sobre ella.
Y dió a aquel lugar el nombre de Bet-El; bien que Luz era el nombre de la ciudad anteriormente.
Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras; tomaron pues piedras e hicieron un majano; y comieron allí sobre aquel majano.
Y Jesús le dice: Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del hombre no tiene donderecostar la cabeza.
Porque de la manera que abundan los padecimientos de Cristo para con nosotros, así también nuestra consolación abunda por medio de Cristo.