Y salió el primero, rojo, todo él como manta de pelo; y le llamaron Esaú.
Génesis 27:19 - Biblia Version Moderna (1929) Y dijo Jacob a su padre: Soy Esaú, tu primogénito; he hecho como me dijiste; levántate, te ruego, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas. Biblia Nueva Traducción Viviente —Soy Esaú, tu hijo mayor —contestó Jacob—. Hice tal como me pediste; aquí está lo que cacé. Ahora levántate y come, para que puedas darme tu bendición. Biblia Católica (Latinoamericana) Y Jacob dijo a su padre: 'Soy Esaú, tu primogénito. Ya hice lo que me mandaste. Levántate, siéntate y come la caza que te he traído. Después me bendecirás. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo Jacob a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito. He hecho como me hablaste. Levántate te ruego. Siéntate y come de mi caza, para que me bendiga tu alma. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le contestó Jacob: 'Soy Esaú, tu primogénito; he hecho como me dijiste. Levántate ahora y siéntate; come de mi caza para que me bendigas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma. |
Y salió el primero, rojo, todo él como manta de pelo; y le llamaron Esaú.
Y amaba Isaac a Esaú, porque comía de su caza; pero Rebeca amaba a Jacob.
el cual fué a su padre, y dijo: ¡Padre mío! y él respondió: Heme aquí: ¿quién eres, hijo mío?
Dijo además Isaac a Jacob: Llégate acá, y te palparé, para saber si eres en realidad mi hijo Esaú, o no.
E hizo él también manjares sabrosos y los trajo a su padre, y dijo a su padre: ¡Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga su alma!
y hazme manjares sabrosos, como me gustan, y tráemelos, para que yo coma y mi alma te bendiga antes que yo muera.
hasta que la ira de tu hermano se aparte de ti, y él se olvide de lo que le has hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué he de quedar sin hijos, privándoseme de ambos de vosotros en un mismo día?
Entonces el otro le dijo: Yo también soy profeta así como tú; y un ángel me habló por revelación de Jehová, diciendo: Hazle volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua: empero le mintió.
Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate, te ruego, y disfrázate, para que no se sepa que eres mujer de Jeroboam, y vé a Silo; he aquí que allí está Ahías profeta, el mismo que dijo de mí que yo había de reinar sobre este pueblo.
Por cuanto habéis dicho: Hemos hecho pacto con la muerte, y con el infierno tenemos hecho convenio; cuando pasare el azote, cual torrente, no nos alcanzará; porque hemos puesto las mentiras por nuestro refugio, y entre los embustes nos hemos escondido;