Abraham pues fué presuroso a la tienda a Sara, y dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz tortas.
Génesis 24:67 - Biblia Version Moderna (1929) Y trájola Isaac a la tienda de su madre, y tomó a Rebeca; y ella fué su mujer, y él la amó. Así consolóse Isaac después de la muerte de su madre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Isaac la llevó a la carpa de Sara, su madre, y Rebeca fue su esposa. Él la amó profundamente, y ella fue para él un consuelo especial después de la muerte de su madre. Biblia Católica (Latinoamericana) Isaac llevó a Rebeca a la tienda que había sido de su madre Sara. La hizo suya y fue su esposa. La amó y así se consoló por la muerte de su madre. La Biblia Textual 3a Edicion E Isaac la introdujo en la tienda de su madre Sara y tomó a Rebeca por mujer, y la amó. E Isaac fue consolado después de lo de su madre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 e Isaac introdujo a Rebeca en la tienda de Sara, su madre. Tomó a Rebeca, que pasó a ser su mujer. La amó, y así se consoló Isaac de la pérdida de su madre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la introdujo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por esposa; y la amó. Y se consoló Isaac después de la muerte de su madre. |
Abraham pues fué presuroso a la tienda a Sara, y dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz tortas.
Y cuando era Isaac de edad de cuarenta años, tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel siro, de Padán-aram, hermana de Labán siro.
Y Jacob amaba a Raquel; de manera que dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu hija menor.
Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarle; mas él no quiso ser consolado, diciendo: ¡Porque descenderé a mi hijo lamentándome hasta la sepultura! De este modo le lloraba su padre.
Pasaron empero muchos días; y había ya muerto la hija de Sua, mujer de Judá, y habíase consolado Judá; y subía a ver los esquiladores de sus ovejas, él y su amigo Hira adullamita, a Timnat,
Te voy a conducir, te haré entrar en la casa de mi madre, para que tú me instruyas; te daré a beber vino bien sazonado, y el zumo de mis granadas.
¶Pero no quiero que estéis en ignorancia, hermanos, en cuanto a los que duermen en el Señor; para que no os entristezcáis del modo que los demás que no tienen esperanza.
Porque esto os lo decimos en palabra del Señor: Que nosotros los vivientes, los que quedemos hasta el advenimiento del Señor, no llevaremos ventaja alguna a los que han dormido ya: