Y a Sara dijo: He aquí, he dado mil siclos de plata a tu hermano: considera que esto te servirá de reparación por todo lo acontecido, y para con todos los hombres; así ella quedó vindicada.
Génesis 24:65 - Biblia Version Moderna (1929) porque había preguntado al siervo: ¿Quién es aquel hombre que viene andando por el campo a nuestro encuentro? y habíale contestado el siervo: Aquél es mi señor. Ella pues tomó su velo, y cubrióse. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Quién es ese hombre que viene a nuestro encuentro caminando por los campos? —preguntó al siervo. Y él contestó: —Es mi amo. Entonces Rebeca se cubrió el rostro con el velo, Biblia Católica (Latinoamericana) Y preguntó al mayordomo: '¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?' Le respondió: 'Es mi patrón. Ella entonces tomó su velo y se cubrió el rostro. La Biblia Textual 3a Edicion dijo al siervo: ¿Quién es ese varón que viene por el campo a nuestro encuentro? El siervo dijo: Es mi señor. Entonces ella tomó el velo y se cubrió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y dijo al criado: '¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?'. Respondió el criado: 'Es mi señor'. Entonces ella tomó su velo y se cubrió. Biblia Reina Valera Gómez (2023) porque había preguntado al siervo: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió. |
Y a Sara dijo: He aquí, he dado mil siclos de plata a tu hermano: considera que esto te servirá de reparación por todo lo acontecido, y para con todos los hombres; así ella quedó vindicada.
Entonces ella quitó de sobre sí los vestidos de su viudez, y cubrióse de un velo, y tapándose bien se sentó a la entrada de Enaim, que estaba en el camino de Timnat: porque veía que Sela era ya hombre, y ella no le había sido dada por mujer.
¡Toma piedras de molino y muele harina! ¡quítate el velo, despójate del ropaje largo, desnuda la pierna, vadea los ríos!
Por tanto debe la mujer traer sobre su cabeza divisa de la autoridad del marido, a causa de los ángeles.
Asimismo, que asistan las mujeres en traje modesto, adornándose con recato y sobriedad; no con cabellos trenzados, y oro, o perlas, o vestidos costosos,