Y Abram movió sus tiendas, y fué y establecióse en el encinar de Mamré, que está junto a Hebrón; y edificó allí altar a Jehová.
Génesis 23:2 - Biblia Version Moderna (1929) Y murió Sara en Kiryat-arba (que es Hebrón), en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer el duelo de Sara y a llorarla. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla. Biblia Nueva Traducción Viviente Sara murió en Quiriat-arba (actualmente se llama Hebrón), en la tierra de Canaán. Allí Abraham hizo duelo y lloró por ella. Biblia Católica (Latinoamericana) en la ciudad de Kiriat-Arbe -o sea, Hebrón-, en el país de Canaán. Abrahán hizo duelo por ella y la lloró. La Biblia Textual 3a Edicion Y murió Sara en Quiriat-Arba, que es Hebrón, en tierra de Canaán, y acudió Abraham para hacer duelo por Sara y llorar por ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Murió Sara en Quiriat Arbá, es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán; y Abrahán vino a hacer duelo por Sara y a llorar por ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y vino Abraham a hacer duelo a Sara y a llorarla. |
Y Abram movió sus tiendas, y fué y establecióse en el encinar de Mamré, que está junto a Hebrón; y edificó allí altar a Jehová.
Y FUÉ la vida de Sara ciento veinte y siete años; tantos fueron los años de la vida de Sara.
Y después de esto Abraham sepultó a Sara su mujer en la cueva del campo de Macpela, delante de Mamré, (que es Hebrón), en la tierra de Canaán.
Y trájola Isaac a la tienda de su madre, y tomó a Rebeca; y ella fué su mujer, y él la amó. Así consolóse Isaac después de la muerte de su madre.
Y Esaú aborreció a Jacob por motivo de la bendición con que le había bendecido su padre; y decía Esaú en su corazón: Se acercan ya los días del duelo por mi padre; entonces mataré a Jacob mi hermano.
Y vino Jacob a Isaac su padre, en Mamré, ciudad de Arba (que es Hebrón) donde habían morado como extranjeros Abraham e Isaac.
Y él dijo: Ruégote vayas y veas cómo estan tus hermanos, y cómo se halla el ganado; y tráeme la respuesta. Así le envió desde el valle de Hebrón, y él fué a Siquem.
ENTONCES cayó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besóle.
Y llegado que hubieron a la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, allí le hicieron el duelo con grande y muy dolorosa lamentación; pues hizo José por su padre duelo de siete días.
Y plañeron y lloraron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl, y por Jonatán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel; porque habían caído a cuchillo.
¶Entonces David lamentó con esta endecha la muerte de Saúl y de Jonatán su hijo;
Y el tiempo que reinó David en Hebrón sobre la casa de Judá, fué siete años y seis meses.
Vinieron pues todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David celebró pacto con ellos en Hebrón, delante de Jehová; y ellos ungieron a David por rey sobre Israel.
En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses; y en Jerusalem reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.
A los hijos de Aarón, pues, les dieron Hebrón, una de las ciudades de refugio, y Libna con sus ejidos, y Jatir, y Estemoa con sus ejidos,
Jeremías también lamentó la muerte de Josías: y todos los cantores y las cantoras en sus lamentaciones hablan de Josías hasta el día de hoy; y estableciéronlo como costumbre en Israel: y he aquí que están escritas en las Lamentaciones.
¶Mas en cuanto a las aldeas y sus campos, algunos de los hijos de Judá se avecindaron en Kiryat-arba y sus aldeas, y en Dibón y sus aldeas, y en Jecabseel y sus aldeas;
¡No lloréis al muerto, ni hagáis lamentación por él! ¡llorad sí amargamente al que se ha ido en cautiverio; porque no volverá más, ni verá su tierra natal!
Por tanto, así dice Jehová respecto de Joaquim hijo de Josías, rey de Judá: No le endecharán, como los que dicen: ¡Ay, hermano mío! o, ¡Ay, hermana mía! No le endecharán, diciendo: ¡Ay, señor mío! o, ¡Ay, la gloria suya!
Pues que subieron por la tierra del Mediodía, y llegaron a Hebrón, endonde estaban Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. (Hebrón fué edificada siete años antes de Zoán en Egipto.)
Y cuando vió toda la Congregación que había muerto Aarón, toda la casa de Israel lloró a Aarón por espacio de treinta días.
Entonces los judíos que estaban con ella en la casa, y la consolaban, viendo que María se levantó prestamente y salió, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro, para llorar allí.
Y dieron sepultura a Esteban unos hombres piadosos; e hicieron gran lamentación sobre él.
¶Y los hijos de Israel lloraron a Moisés en los llanos de Moab, treinta días; y así se cumplieron los días del lloro en el duelo por Moisés.
y tomóla con su rey y todas sus ciudades; y las hirieron a filo de espada, destruyendo completamente todas las almas que en ella había; no dejó quien escapase; como había hecho con Hebrón, así lo hizo con Debir y su rey; como lo había hecho también con Libna y su rey.
¶Y a Caleb hijo de Jefone se le dió, por mandato de Jehová a Josué, como su porción en medio de los hijos de Judá, a Kiryat-arba; el cual Arba era padre de Anac; (la cual es Hebrón.)
y Humata, y Kiryat-arba (que es Hebrón), y Sior: nueve ciudades con sus aldeas.
¶Apartaron pues a Cades en Galilea, en la serranía de Neftalí; y a Siquem en la serranía de Efraim; y a Kiryat-arba (la cual es Hebrón), en la serranía de Judá.
Les dieron pues a Kiryat-arba, (el cual Arba era padre de los Anaceos), la cual es Hebrón, situada en la serranía de Judá; juntamente con sus ejidos en derredor de ella.
Judá marchó también contra el Cananeo que habitaba en Hebrón, (el nombre de Hebrón antes había sido Kiryat-arba), e hirió a Sesai, y a Ahimán, y a Talmai.
Porque todos los días que viviere el hijo de Isaí sobre la tierra, no serás estable tú, ni tu reino. Ahora pues, envía, y tráemele; porque es digno de muerte.
Y MURIÓ Samuel; y reunióse todo Israel, y le hicieron lamentación, y le enterraron en su casa, en Ramá. Después de esto David se levantó, y fuese al desierto de Parán.
¶Y Samuel era ya muerto, y todo Israel le había hecho lamentación; y le habían enterrado en Ramá, es decir, en su propia ciudad; y Saúl había extirpado del país los nigromantes y los adivinos.