Génesis 23:11 - Biblia Version Moderna (1929) No, señor mío; óyeme: el campo te lo doy, y la cueva que está en él te la doy; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy: entierra tu muerto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta. Biblia Nueva Traducción Viviente —No, mi señor —le dijo a Abraham—, por favor, escúcheme. Yo le regalaré el campo y la cueva. Aquí mismo, en presencia de mi pueblo, se lo regalo. Vaya y entierre a su esposa. Biblia Católica (Latinoamericana) No, señor mío, escúchame: yo te regalo el campo y también la cueva que hay en él. En presencia de los hijos de mi pueblo te la doy. Sepulta allí a tu difunta. La Biblia Textual 3a Edicion No, señor mío, ¡óyeme! Te doy el campo, y la cueva que está en ella, te la doy en presencia de los hijos de mi pueblo. Sepulta a tu difunta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'No, señor mío, óyeme: te doy el campo y la cueva que hay en él; te la entrego en presencia de los hijos de mi pueblo; entierra a tu difunta'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta a tu muerta. |
para Abraham, como. posesión suya, delante de los hijos de Het, de todos los que entraban por la puerta de su ciudad.
Óyenos, señor mío: Gran príncipe eres tú en medio de nosotros; en lo más selecto de nuestras sepulturas entierra tu muerto; ninguno de nosotros te negará su sepultura, para que no entierres tu muerto.
Mas el generoso piensa en cosas generosas, y él por cosas generosas será hecho estable.
¶Siempre que alguna persona quitare a otro la vida, por el testimonio de testigos el homicida será muerto; pero un solo testigo no podrá deponer contra ninguno de modo que le haga morir.
Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas:
Por el testimonio de dos testigos, o de tres testigos, morirá el que es digno de muerte; no debe nadie morir por el testimonio de un solo testigo.
¶No basta que un solo testigo se levante contra ninguno para hacerle condenar, por cualquier delito, o por cualquier pecado, en cualquiera clase de pecados que cometiere: por el testimonio de dos testigos, o por el testimonio de tres testigos, ha de constar el asunto.
BOOZ pues subió a la puerta de la ciudad y se sentó allí: y he aquí al redentor de quien había hablado Booz, el cual iba pasando. Y él le dijo: Vuelve para acá; siéntate aquí, fulano. Y él volvió, y se sentó allí.
Y respondió todo el pueblo que estaba en la puerta, juntamente con los ancianos: Testigos somos. ¡Jehová te conceda que la mujer que va a entrar en tu casa, sea como Raquel y como Lea, las cuales dos mujeres edificaron la casa de Israel; de modo que te hagas fuerte en Efrata, y tu nombre sea famoso en Bet-lehem:
y yo pensaba avisarte de ello, diciendo: Adquiérela delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres redimir, redime; mas si no quieres redimir, házmelo presente a mí, para que yo lo sepa; que no hay fuera de ti quien redima, y yo soy después de ti. Y él respondió: Yo redimiré.
Dijo entonces Booz a los ancianos y a todo el pueblo: Testigos sois el día de hoy de que yo he adquirido todo lo que era de Elimelec, y todo lo que era de Quelión y Mahalón, de mano de Noemí;