Mas Jehová hirió a Faraón con grandes plagas, a él y a su casa, por causa de Sarai mujer de Abram.
Génesis 20:17 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces oró Abraham a Dios, y sanó Dios a Abimelec, y a su mujer, y a sus criadas, de manera que tuviesen hijos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su esposa y a sus siervas para que pudieran tener hijos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Abrahán oró por Abimelec, y Dios curó a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos, a fin de que pudieran tener hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Y Abraham oró a ’Elohim, y ’Elohim sanó a Abimelec, y a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Rogó Abrahán a Dios; y Dios sanó a Abimélec, a su mujer y a sus siervas, para que pudieran tener hijos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su esposa, y a sus siervas, y tuvieron hijos. |
Mas Jehová hirió a Faraón con grandes plagas, a él y a su casa, por causa de Sarai mujer de Abram.
Ahora pues, devuelve la mujer de este hombre; porque es profeta, y orará por ti, para que vivas; mas si no la devolvieres, sabe que de seguro morirás tú, y todo lo tuyo.
Y viendo Jehová que Lea era odiada, abrió su matriz; más Raquel era estéril.
para que continúen presentando sacrificios de olores gratos al Dios del cielo, y orando por la vida del rey y de sus hijos.
Ahora pues, tomaos siete novillos y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros; y mi siervo Job orará por vosotros (pues a él miraré con favor), a fin de que no haga yo con vosotros conforme a vuestra insensatez; por cuanto no habéis hablado respecto de mí, lo que es propio, como mi siervo Job.
El sacrificio de los inicuos es abominación a Jehová; mas la oración de los rectos es su deleite.
Así dice Jehová, el Santo de Israel y su Hacedor: ¡Preguntadme acerca de las cosas venideras! en cuanto a mis hijos y la obra de mis manos, ¡encomendadlos a mí!
Moisés pues clamó a Jehová, diciendo: ¡Ruégote, oh Dios! ¡sánala, te lo ruego!
Entonces acudió el pueblo a Moisés, diciendo: ¡Hemos pecado, pues que hemos hablado contra Jehová y contra ti! ruega a Jehová para que quite de nosotros las serpientes. Moisés pues rogó por el pueblo.
Y asimismo todos los profetas, desde Samuel, y los que le sucedieron, cuantos han hablado, ellos también han anunciado estos días.
No os afanéis por cosa alguna, sino que, en todas las circunstancias, por medio de la oración y la plegaria, con acciones de gracias, dense a conocer vuestras peticiones a Dios:
Confesad pues vuestros pecados los unos a los otros, y orad los unos por los otros, para que seáis sanados. Mucho puede la suplica ferviente del hombre justo.