Ruégote digas que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por tu causa; así vivirá mi alma por razón de ti.
Génesis 19:20 - Biblia Version Moderna (1929) Mira, te ruego, que aquella ciudad está cerca para huir allá, y es pequeña; con permiso tuyo escaparé allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Miren, hay una pequeña aldea cerca. Por favor, déjenme ir allá; ¿no ven lo pequeña que es? Así no perderé la vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Mira este pueblito que está más cerca y en el que podría refugiarme. Es tan pequeño, y para mí es cosa de vida o muerte, ¿no podría estar a salvo allí?' La Biblia Textual 3a Edicion He aquí, te ruego, esa aldea está cerca para huir allá y es pequeña,° ¿no es insignificante? Permíteme que huya allá y conserve mi vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cerca está esa ciudad a la que puedo huir. Es pequeña. Deja que me refugie en ella. ¿No es realmente pequeña? Así salvaría la vida'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; escaparé ahora allá (¿no es ella pequeña?), y vivirá mi alma. |
Ruégote digas que eres mi hermana, a fin de que me vaya bien por tu causa; así vivirá mi alma por razón de ti.
He aquí tu siervo ha hallado gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia de que has usado conmigo en salvar mi vida; mas yo no puedo escapar a la montaña, no sea que me alcance el mal, y muera.
Y le respondió: Mira que admito tu ruego sobre esto también, no destruyendo la ciudad por la cual has hablado.
Y subió Lot de Zoar y habitó en la montaña, él y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar; habitaron pues en una cueva, él y sus dos hijas.
¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.
A lo cual Jeremías respondió: No te entregarán. Obedece, te lo ruego, a la voz de Jehová, respecto de lo que te digo, para que te vaya bien y para que viva tu alma.
¿Sonará trompeta en la ciudad, sin que se atemorice el pueblo? ¿o habrá calamidad en alguna ciudad, que no la haya causado Jehová?