y dijo: Señor mío, si es así que he hallado gracia en tus ojos, te ruego no pases de largo a tu siervo.
Génesis 18:4 - Biblia Version Moderna (1929) Tráigase, con tu permiso, un poco de agua, y lavaos los pies, y reclinaos debajo del árbol. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, Biblia Nueva Traducción Viviente Descansen bajo la sombra de este árbol mientras les traen agua para lavarse los pies. Biblia Católica (Latinoamericana) Les haré traer un poco de agua para que se laven los pies y descansen bajo estos árboles. La Biblia Textual 3a Edicion Tráigase ya un poco de agua, y lavad vuestros pies y recostaos bajo el árbol, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se traerá un poco de agua, os lavaréis los pies y os recostaréis debajo del árbol. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, |
y dijo: Señor mío, si es así que he hallado gracia en tus ojos, te ruego no pases de largo a tu siervo.
y dijo: He aquí, señores míos, os ruego que os desviéis y entréis en casa de vuestro siervo, y posad, y lavaos los pies; y de madrugada os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Mas ellos dijeron: No, sino que en la plaza posaremos.
Vino entonces el hombre a la casa, y descinchó los camellos. Entretanto le dió Labán paja y forraje para los camellos, y agua para lavarse los pies, y los pies de los hombres que con él venían.
Entonces el hombre hizo entrar a los hombres en casa de José, y dióles agua, y se lavaron los pies; dió también pienso a sus asnos.
Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: ¿ves a esta mujer? Yo entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con sus cabellos.
teniendo buen testimonio en cuanto a buenas obras: si hubiere criado hijos, si hubiere hospedado a los extranjeros, si hubiere lavado los pies de los santos, si hubiere socorrido a los afligidos, si hubiere seguido estrictamente toda buena obra.
Le trajo pues a su casa, y mezcló el pienso para los asnos; luego ellos se lavaron los pies, y comieron y bebieron.
Con lo cual ella se levantó, e inclinóse rostro a tierra, y dijo: ¡He aquí a tu sierva, sirvienta para lavar los pies de los siervos de mi señor!