Y dijo Jehová: Mi Espíritu no contenderá para siempre con el hombre en su error; él es carne; sin embargo sus días serán ciento veinte años.
Gálatas 5:16 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Digo pues: Andad según el Espíritu, y no cumpliréis los deseos de la carne. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Biblia Nueva Traducción Viviente Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne. La Biblia Textual 3a Edicion Digo, pues: Andad en el espíritu,° y no satisfagáis los deseos apasionados de la carne. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os digo esto: caminad en el Espíritu, y no dejéis que se cumplan los deseos de la carne. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esto digo entonces: Andad en el Espíritu, y no cumpliréis la concupiscencia de la carne. |
Y dijo Jehová: Mi Espíritu no contenderá para siempre con el hombre en su error; él es carne; sin embargo sus días serán ciento veinte años.
¶No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que obedezcáis sus concupiscencias;
NO hay pues ahora condenación alguna para los que están en Cristo Jesús.
¶Mas esto digo, hermanos: El tiempo que nos queda está acortado; para que los que tienen mujeres sean como si no las tuviesen;
TENIENDO pues tales promesas, amados míos, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Esto pues es lo que digo: Que un pacto, confirmado de antemano por Dios, la ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no puede anularlo, de manera que haga sin efecto la promesa.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas aquel que siembra para el espíritu, del espíritu segará vida eterna
en medio de los cuales también nosotros todos en un tiempo vivíamos, en las concupiscencias de nuestra carne, cumpliendo los deseos de la carne y de los pensamientos; y éramos por naturaleza hijos de ira, así como los demás.
en el cual también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha sin mano, desvistiéndoos enteramente del cuerpo de la carne, por medio de la circuncisión de Cristo;
como hijos obedientes, no conformándoos con vuestras concupiscencias de antes, en el tiempo de vuestra ignorancia;
Habiendo purificado vuestras almas, en virtud de vuestra obediencia a la verdad, para amor no fingido de los hermanos, amaos los unos a los otros fervientemente, con sencillo corazón;
¶Amados míos, os ruego, como a extranjeros y transeuntes, que os abstengáis de las concupiscencias carnales, las cuales guerrean contra el alma;
Porque para esto también a los muertos fué predicado el evangelio, a fin de que fuesen juzgados según los hombres en cuanto a la carne, mas viviesen según Dios en cuanto al espíritu.