Él es sabio de corazón y poderoso en fuerzas; ¿quién jamás endurecióse contra el que le fuese bien?
Éxodo 9:7 - Biblia Version Moderna (1929) Y envió Faraón a ver; y he aquí que no había muerto del ganado de Israel ni siquiera uno. Pero obstinóse el corazón de Faraón, y no dejó ir al pueblo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el faraón envió a sus funcionarios a investigar, ¡y comprobaron que los israelitas no habían perdido ni uno de sus animales! Pero aun así, el corazón del faraón siguió obstinado, y una vez más se negó a dejar salir al pueblo. Biblia Católica (Latinoamericana) Faraón se informó al respecto: ¡ninguno había muerto de los que pertenecían a Israel! Pero siguió en su ceguera y no dejó salir al pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion Y envió Faraón, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había perecido ni uno. Aun así, el corazón de Faraón se endureció y no dejó partir al pueblo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo. |
Él es sabio de corazón y poderoso en fuerzas; ¿quién jamás endurecióse contra el que le fuese bien?
Y yo sé que no os dejará ir el rey de Egipto, si no fuere compelido por mano fuerte.
Pero endurecióse el corazón de Faraón, de manera que no les escuchó; como lo había dicho Jehová.
Entonces Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está obstinado; él rehusa enviar a mi pueblo.
Faraón empero hizo obstinado su corazón esta vez también, y no dejó ir al pueblo.
Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, de modo que no les escuchó: como Jehová lo había dicho a Moisés.
¶Entonces Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Coge puñados de ceniza de horno, y espárzala Moisés hacia el cielo, a vista de Faraón;
AQUEL que, siendo muchas veces reprendido, endurece la cerviz, será de repente quebrantado, y eso sin remedio.
Por cuanto conocí que eres duro, que tu cerviz es un nervio de hierro, y tu frente es de bronce;
Mas cuando su corazón se engrió, y su espíritu fué endurecido para portarse con soberbia, fué depuesto del trono de su reino, y le quitaron su gloria;
Así pues de quien quiere, tiene misericordia; y a quien quiere, endurece.