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Éxodo 9:32 - Biblia Version Moderna (1929)

Mas el trigo y la espelta no fueron heridos, porque eran tardíos.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas el trigo y el centeno no fueron destrozados, porque eran tardíos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero ni el trigo ni el trigo espelta sufrieron daño, porque todavía no habían brotado del suelo).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero el trigo y la escanda no fueron destruidos, por ser tardíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos por ser tardíos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero ni el trigo ni el centeno, por ser tardíos, fueron dañados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos.

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Éxodo 9:32
8 Tagairtí Cros  

y los entregó en mano de los Gabaonitas, los cuales los ahorcaron en el monte delante de Jehová; y cayeron los siete juntos; y fueron muertos en los primeros días de la siega, al comenzarse la siega de las cebadas.


¶Jehová entonces dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para traer la langosta; y suba sobre la tierra de Egipto, y coma toda planta de la tierra; todo lo que dejó el granizo.


Moisés pues extendió la mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas en toda la tierra de Egipto, por tres días.


las cuales cubrirán la faz de la tierra, de manera que no podrá verse la tierra; y comerán el residuo de lo que escapó, lo que os fué dejado del granizo; y comerán todo árbol que crece para vosotros en el campo.


¶Y el lino y la cebada fueron heridos; porque la cebada estaba en espiga, y el lino en flor.


Moisés entonces salió de la presencia de Faraón, afuera de la ciudad, y extendió las manos hacia Jehová; con lo cual cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia no se derramó más sobre la tierra.


¿No es así que cuando ha allanado su superficie, derrama entonces el eneldo, y esparce el comino, y pone en hileras el trigo, y la cebada en el lugar señalado, y la espelta en su aborde apropiado?


Y toma para ti trigo, y cebada, y habas, y lentejas, y mijo, y espelta, y ponlos en una vasija; y haz pan de ellos, el número de los días que te acostares sobre tu lado; trescientos y noventa días comerás de él.