¶De suerte que Salomón acabó de hacer todo el ajuar que era de la Casa de Jehová: el altar de oro, y la mesa de oro sobre la cual se había de poner el pan de la proposición;
Éxodo 37:10 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Asimismo hizo la mesa, de madera de acacia: de dos codos era la longitud de ella, y de un codo su anchura, y de codo y medio su altura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, su anchura de un codo, y de codo y medio su altura; Biblia Nueva Traducción Viviente Luego, Bezalel hizo la mesa con madera de acacia, que medía noventa y dos centímetros de largo, por cuarenta y seis centímetros de ancho, y sesenta y nueve centímetros de alto. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo también una mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, uno de ancho y uno y medio de alto. La Biblia Textual 3a Edicion También construyó la mesa de madera de acacia: de dos codos era su longitud, un codo su anchura, y un codo y medio su altura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Construyó también la mesa de madera de acacia, de dos codos de largo, un codo de ancho y codo y medio de alto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud era de dos codos, y su anchura de un codo, y de un codo y medio su altura; |
¶De suerte que Salomón acabó de hacer todo el ajuar que era de la Casa de Jehová: el altar de oro, y la mesa de oro sobre la cual se había de poner el pan de la proposición;
y la mesa con sus utensilios; y el candelabro puro, con todos sus utensilios; y el altar del incienso;
la mesa y sus varas, y todos sus utensilios, y el pan de proposición,
Y estaban los querubines con las alas extendidas hacia arriba haciendo sombra con sus alas por encima del Propiciatorio, y teniendo las caras vueltas la una a la otra; hacia el Propiciatorio estaban dirigidas las caras de los querubines.
Luego meterás la mesa, y arreglarás sobre ella los órdenes de pan; meterás también el candelabro, y encenderás sus lámparas;
Pero vosotros lo profanáis en que decís: ¡La mesa del Señor es inmunda, y su fruto, es decir, su alimento, es cosa despreciable!
¶Y el Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su glorila, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
a quienes Dios ha deseado dar a conocer cuál sea la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, el cual es CRISTO EN VOSOTROS, LA ESPERANZA DE LA GLORIA: