De modo que arrojó al hombre, y colocó al frente del jardín de Edén los querubines y una espada de fuego que daba vueltas por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Éxodo 25:18 - Biblia Version Moderna (1929) Y harás dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del Propiciatorio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego forma dos querubines de oro labrado a martillo y colócalos en los dos extremos de la tapa de la expiación. Biblia Católica (Latinoamericana) Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, y los pondrás en las extremidades de la cubierta. La Biblia Textual 3a Edicion Y en los dos extremos del propiciatorio harás dos querubines de oro, labrados a cincel los harás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pondrás en los dos extremos del propiciatorio dos querubines de oro, modelados a golpe de martillo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Harás también dos querubines de oro, labrados a martillo los harás, en los dos extremos del propiciatorio. |
De modo que arrojó al hombre, y colocó al frente del jardín de Edén los querubines y una espada de fuego que daba vueltas por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Y para el altar del incienso, dió oro acrisolado por peso: oro también para el diseño de la carroza, es decir, de los querubines, que extendían las alas y cubrían por encima el Arca del Pacto de Jehová.
¶E hizo dentro de la Casa del Lugar Santísimo dos querubines, de obra esculpida, y los cubrió de oro.
¶Harás también un Propiciatorio de oro puro; de dos codos y medio será su longitud, y de codo y medio su anchura.
Pues harás un querubín en un extremo y el otro querubín en el otro extremo; procediendo del mismo Propiciatorio harás los querubines en sus dos extremidades.
Sus globitos y sus brazos serán parte de él mismo; todo ello será una sola pieza labrada a martillo, de oro puro.
Y aquel que estaba sentado en él habló al varón vestido de lino blanco, diciendo: Entra en medio de las ruedas, por debajo del querubín, y llena tus manos de ascuas de fuego de en medio de los querubines, y espárcelas sobre la ciudad. Y él entró delante de mi vista.
Éste fué el ser viviente que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Kebar: y yo conocía que eran querubines.
Y estaban los querubines de pie a la derecha de la Casa, cuando entró aquel varón; y la nube llenaba el atrio interior.
Y sobre ella, los querubines de gloria, que hacían sombra al propiciatorio: de las cuales cosas no podemos ahora hablar en particular.
El pueblo pues envió a Silo, y trajeron de allí el Arca del Pacto de Jehová de los Ejércitos que habita entre los querubines; y estaban allí los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, con el Arca del Pacto de Dios.