Y ciertamente pediré cuenta de vuestra sangre, la sangre de vuestras vidas: de mano de todo animal pediré cuenta de ella, y de mano de hombre; de mano de cada hermano del hombre pediré cuenta de la vida del hombre.
Éxodo 21:29 - Biblia Version Moderna (1929) Pero si el buey hubiere sido acorneador anteriormente, y se le hubiere notificado al dueño, y él no le hubiere encerrado, de modo que matare a hombre o a mujer, el buey será apedreado, mas el dueño también será muerto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero supongamos que el buey tenía fama de cornear, y el dueño ya había sido advertido pero no lo mantenía bajo control; si el buey posteriormente mata a alguien, habrá que apedrearlo, y el dueño también tendrá que morir. Biblia Católica (Latinoamericana) Mas si el buey corneaba de tiempo atrás, y su dueño aun advertido no lo vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, será muerto a pedradas, y su dueño también morirá. La Biblia Textual 3a Edicion Pero si el toro era acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le había advertido, pero no lo había encerrado, y mata hombre o mujer, el toro será apedreado y también será muerto su dueño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mas si el buey acorneaba ya de antes y, advertido de ello su dueño, no lo vigiló, si mata a un hombre o a una mujer, el buey morirá apedreado, y también morirá el dueño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero si el buey ya había acorneado en el pasado, y a su dueño se le había amonestado y no lo había guardado, y matare a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y su dueño también morirá. |
Y ciertamente pediré cuenta de vuestra sangre, la sangre de vuestras vidas: de mano de todo animal pediré cuenta de ella, y de mano de hombre; de mano de cada hermano del hombre pediré cuenta de la vida del hombre.
¶Cuando un buey acorneare a hombre o a mujer, de modo que muera, será apedreado irremisiblemente aquel buey, y no será comida su carne; mas el dueño del buey quedará absuelto.
Si le fuere impuesto rescate, pagará por la redención de su vida conforme a todo lo que le fuere impuesto.
Mas si fué notorio que el buey era acorneador anteriormente, y su dueño no le encerró, sin falta hará la restitución, buey por buey; y el animal muerto será suyo.