ENTONCES Jehová dijo a Moisés: Entra a donde está Faraón, porque yo he hecho obstinado su corazón y el corazón de sus siervos, para manifestar estas mis señales en medio de ellos;
Éxodo 10:27 - Biblia Version Moderna (1929) Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, de modo que no quiso dejarlos ir; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor endureció el corazón del faraón una vez más, y no quiso dejarlos salir. Biblia Católica (Latinoamericana) y ni siquiera sabemos cuáles animales hemos de ofrecer hasta que lleguemos al lugar. La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no consintió en dejarlos partir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Yahveh endureció el corazón del Faraón, que no quiso dejarles salir. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. |
ENTONCES Jehová dijo a Moisés: Entra a donde está Faraón, porque yo he hecho obstinado su corazón y el corazón de sus siervos, para manifestar estas mis señales en medio de ellos;
Mas Jehová endureció el corazón de Faraón, de modo que no dejó ir a los hijos de Israel.
Y Moisés y Aarón habían hecho todas estas maravillas delante de Faraón; mas Jehová endureció el corazón de Faraón, de modo que no dejó ir de su tierra a los hijos de Israel.
Y yo endureceré el corazón de Faraón, de manera que los persiga; y me glorificaré en Faraón y en todo su ejército: y sabrán los Egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.
Y Jehová endureció el corazón de Faraón rey de Egipto, de modo que persiguió a los hijos de Israel; y los hijos de Israel salieron con mano alzada.
Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hubieres vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas estas maravillas que he puesto en tu mano: yo empero endureceré su corazón, y él no dejará ir al pueblo.
Así pues de quien quiere, tiene misericordia; y a quien quiere, endurece.
Y el residuo de los hombres, los que no fueron muertos con estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos, para dejar el culto de los demonios, con los ídolos de oro, y de plata, y de bronce, y de piedra, y de palo; los cuales no pueden ni ver, ni oír, ni andar;