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Esdras 7:26 - Biblia Version Moderna (1929)

Y todo aquel que no quisiere cumplir la ley de tu Dios, y la ley del rey, con diligencia hágase ejemplar justicia en él, ora sea de muerte, o de destierro, o de confiscación de bienes, o de prisión.

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Biblia Reina Valera 1960

Y cualquiera que no cumpliere la ley de tu Dios, y la ley del rey, sea juzgado prontamente, sea a muerte, a destierro, a pena de multa, o prisión.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cualquiera que se niegue a obedecer la ley de tu Dios y la ley del rey será castigado de inmediato, ya sea por muerte, destierro, confiscación de bienes o encarcelamiento».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si alguien no cumple la ley de tu Dios y la ley del rey, será acusado ante la justicia y condenado a multa, a prisión, a exilio o a la muerte'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y todo el que no cumpla la Ley de tu Dios, y la ley del rey, le sea ejecutado juicio con toda diligencia, ya sea para muerte, para destierro, para confiscación de bienes, o para prisión.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y a todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios y la ley del rey, aplíquesele rigurosa justicia: muerte, destierro, multa o prisión'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cualquiera que no cumpliere la ley de tu Dios, y la ley del rey, prestamente sea juzgado, o a muerte, o a destierro, o a confiscación de bienes, o a prisión.

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Esdras 7:26
12 Tagairtí Cros  

También en Judá estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón, para que cumpliesen el mandato del rey y de los príncipes, por orden de Jehová.


¡Levántate! que este asunto es de tu obligación; y nosotros estaremos contigo. ¡Ten fortaleza, y pón manos a la obra!


y que aquel que no viniese dentro de tres días, según el acuerdo de los príncipes y de los ancianos, toda su hacienda fuese hecha anatema, y él mismo fuese separado de la Congregación de los hijos del cautiverio.


También de mi parte se ha dado orden, que si cualquier hombre mudare este mandato, se saque una viga de su misma casa, y siendo ésta enhestada, sea él colgado en ella; y conviértase su casa en muladar por esto.


¡Y el Dios que ha hecho habitar su Nombre allí, derribe todo rey y pueblo que extendiere su mano para mudar este decreto, para destruir esta Casa de Dios que está en Jerusalem! Yo Darío hago el decreto: con diligencia sea hecho.


A ti también Dios te destruirá para siempre; trabará de ti, te arrancará también de tu tienda, y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Pausa.)


De mi parte se establece decreto, que en todo el dominio de mi reino todos teman y se llenen de pavor delante del Dios de Daniel; porque él es el Dios vivo y que permanece para siempre; cuyo reino nunca será destruído, y su dominio permanece hasta el fin.


¡Maldito aquel que no perseverare en las palabras de esta ley para darles cumplimiento! Y dirá todo el pueblo: ¡Amén!