Quienquiera que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea su Dios con él, para que suba a Jerusalem, que está en Judá, y edifique la Casa de Jehová, el Dios de Israel; el cual es el Dios que está en Jerusalem.
Esdras 6:7 - Biblia Version Moderna (1929) y dejad la obra de esta Casa de Dios; para que el gobernador de los Judíos y los ancianos de los Judíos edifiquen esta Casa de Dios en su lugar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Dejad que se haga la obra de esa casa de Dios; que el gobernador de los judíos y sus ancianos reedifiquen esa casa de Dios en su lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente No estorben la construcción del templo de Dios. Dejen que se reconstruya en su sitio original y no le pongan trabas al trabajo del gobernador de Judá ni al de los ancianos de los judíos. Biblia Católica (Latinoamericana) El gobernador de Judá y los ancianos de los judíos reconstruirán el Templo de Dios en el mismo lugar; ¡déjenlos trabajar!' La Biblia Textual 3a Edicion y dejad llevar a cabo la obra de esa Casa de Dios, y que el gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos reconstruyan esa Casa de Dios en su lugar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dejad que prosigan las obras del templo de Dios, y que el gobernador de Judá y los ancianos de los judíos reconstruyan el templo de Dios en su mismo emplazamiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dejad que se haga la obra de esta casa de Dios; que el principal de los judíos y los ancianos de los judíos edifiquen esta casa de Dios en su lugar. |
Quienquiera que haya entre vosotros de todo su pueblo, sea su Dios con él, para que suba a Jerusalem, que está en Judá, y edifique la Casa de Jehová, el Dios de Israel; el cual es el Dios que está en Jerusalem.
¶Ahora bien, Tatnai, gobernador de más allá del río, Setar-boznai y vuestros compañeros, los Afarsaquitas que estáis más allá del río, alejaos de allí,
Y de mi parte se ha dado orden respecto de lo que habéis de hacer por estos ancianos de los Judíos, para que se edifique esta Casa de Dios; a saber, que del erario del rey, es decir, de los tributos de más allá del río, con toda diligencia sean suministrados a aquellos hombres los gastos, para que no sean retardados.