Mirad por vosotros mismos, y por toda la grey, sobre la cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para pastorear la iglesia de Dios, la cual él adquirió para sí con su misma sangre.
Efesios 5:23 - Biblia Version Moderna (1929) porque el hombre es cabeza de la mujer, así como Cristo también es cabeza de la iglesia, siendo él mismo Salvador de la que es su cuerpo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Biblia Nueva Traducción Viviente porque el marido es la cabeza de su esposa como Cristo es cabeza de la iglesia. Él es el Salvador de su cuerpo, que es la iglesia. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es asimismo salvador. La Biblia Textual 3a Edicion porque el esposo es cabeza de la esposa, como también el Mesías cabeza de la iglesia, el mismo que es Salvador del cuerpo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque el marido es cabeza de la mujer, como también Cristo, salvador del cuerpo, es cabeza de la Iglesia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque el marido es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y Él es el Salvador del cuerpo. |
Mirad por vosotros mismos, y por toda la grey, sobre la cual el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para pastorear la iglesia de Dios, la cual él adquirió para sí con su misma sangre.
Los alimentos para el vientre, decís, y el vientre para los alimentos; pero Dios destruirá tanto a aquél como a éstos. El cuerpo empero no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor para el cuerpo:
sino que, hablando la verdad con amor, vayáis creciendo en todos respectos en el que es la cabeza, es decir, en Cristo;
Mas como la iglesia está sujeta a Cristo, así las mujeres lo han de estar a sus maridos en todo.
Y él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia; de la cual él es el principio, el primogénito de entre los muertos; para que en todas las cosas él tenga la preeminencia.
y para esperar a su Hijo, cuando venga de los cielos, a quien él resucitó de entre los muertos; es a saber, a Jesús, que nos liberta de la ira venidera.
¡Regocijémonos, y cantemos con júbilo, y démosle gloria! porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: ¡Digno eres tú de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado, y has adquirido para Dios con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación;