Pues os digo, que en adelante yo no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
Efesios 2:6 - Biblia Version Moderna (1929) y nos levantó juntamente con él, y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales en Cristo Jesús: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, Biblia Nueva Traducción Viviente Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Nos resucitó en Cristo Jesús y con él, para sentarnos con él en el mundo de arriba. La Biblia Textual 3a Edicion y juntamente con Jesús el Mesías nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 con él nos resucitó y con él nos sentó en el cielo por Cristo Jesús, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar con Él, en lugares celestiales en Cristo Jesús; |
Pues os digo, que en adelante yo no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
¡Bienaventurados aquellos siervos, a quienes su señor, cuando viniere, los hallare velando! en verdad os digo, que él mismo se ceñirá, y haciendo que ellos se sienten a la mesa, se llegará y les servirá.
Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.
Y si yo fuere y os preparare el lugar, vendré otra vez, y os recibiré conmigo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
PABLO, apóstol de Cristo Jesús, por la voluntad de Dios, a los santos que están en Efeso y creyentes en Cristo Jesús:
¶¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido en Cristo con toda suerte de bendiciones espirituales, en las regiones celestiales;
Porque hechura suya somos nosotros, creados en Cristo Jesús para las buenas obras, las cuales había Dios antes preparado, para que anduviésemos en ellas.
Ahora empero, en Cristo Jesús, vosotros que en un tiempo estabais lejos de Dios, habéis sido acercados a él en virtud de la sangre de Cristo.
Y él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia; de la cual él es el principio, el primogénito de entre los muertos; para que en todas las cosas él tenga la preeminencia.