Pero el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.
Eclesiastés 9:15 - Biblia Version Moderna (1929) Y fué hallado dentro de ella un hombre pobre pero sabio, el cual con su sabiduría libró la ciudad; pero no hubo quien se acordase de aquel hombre pobre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre. Biblia Nueva Traducción Viviente Un hombre pobre pero sabio sabía cómo salvar la ciudad, y así la ciudad fue rescatada. Sin embargo, pasado el incidente, a nadie se le ocurrió darle las gracias. Biblia Católica (Latinoamericana) En la ciudad, sin embargo, había un hombre muy vivo, un hombre muy ordinario, y gracias a su astucia la ciudad se salvó. Pero como era un hombre muy ordinario, nadie pensó más en él. La Biblia Textual 3a Edicion Y en ella se halla un hombre pobre pero sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría. Sin embargo, nadie se acordaba de aquel hombre pobre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Había allí un hombre pobre y sabio, el cual salvó la ciudad con su sabiduría. Pero luego nadie se acordó de aquel hombre pobre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y se halló en ella un hombre pobre, sabio, el cual libró la ciudad con su sabiduría; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre. |
Pero el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.
La mujer pues en su sabiduría fué a todo el pueblo; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la echaron a Joab; el cual tocó la trompeta; y las tropas se dispersaron de en contra de la ciudad, yéndose cada hombre a su estancia; mas Joab volvióse a Jerusalem, al rey.
Un capitán sabio escala la ciudad de los valientes, y humilla la fortaleza que fué la confianza de ella.
Porque del sabio, lo mismo que del insensato, no habrá memoria para siempre; puesto que en los días venideros ya hará mucho que todo habrá sido olvidado. ¿Y cómo sucede que muere el sabio? Así como el insensato.
Más vale un joven pobre pero sabio, que un rey viejo e imbécil, que ya no sabe admitir el consejo.
La sabiduría fortalece al sabio más que diez príncipes que haya en una ciudad.
Asimismo he visto a los inicuos sepultados con honra, y así llegaron a su fin; mientras tanto los que tenían costumbre de salir del lugar santo, fueron olvidados en la ciudad donde habían obrado rectamente. ¡Esto también es vanidad!