Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Eclesiastés 6:2 - Biblia Version Moderna (1929)

es el caso de un hombre a quien Dios le ha dado riquezas y haberes y honra, de modo que no le falta nada de cuanto pueda desear; y con todo, Dios no le concede la facultad de gozar de ello, sino que algún extraño lo disfruta. ¡Vanidad es esto, y pesar muy doloroso!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Dios les da a algunos mucha riqueza, honor y todo lo que pudieran desear, pero luego no les da la oportunidad de disfrutar de esas cosas. Se mueren, y algún otro —incluso un extraño— termina disfrutando de toda esa abundancia. Eso no tiene sentido, es una tragedia terrible.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Alguien recibió de Dios fortuna, riqueza y honores: nada faltó de todo lo que pudo desear. Pero Dios no le concede disfrutar de ello, y es otro el que lo aprovecha. Esta es otra cosa muy mala y que no se puede justificar.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El del hombre a quien Ha-’Elohim le ha dado riquezas, tesoros y honores, de modo que nada le falta de todo lo que su alma pueda desear, pero a quien Ha-’Elohim no le permite disfrutarlo, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad y un mal doloroso.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

A un individuo Dios le concede riqueza, fortuna y gloria: nada le falta de cuanto pudiera desear. Pero Dios no le permite disfrutar de todo ello, sino que lo disfruta un extraño. Esto es vanidad y triste desventura.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Un hombre a quien Dios da riquezas, bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le da facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto es vanidad y penosa enfermedad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Eclesiastés 6:2
24 Tagairtí Cros  

Y además, lo que no pediste te lo doy, así riqueza como gloria, tales, que no haya entre los reyes ninguno como tú en todos tus días.


Y Jehová engrandeció a Salomón en extremo a los ojos de todo Israel; y puso sobre él tal majestad real cual nunca había habido sobre ningún rey de Israel antes de él.


Y murió en buena vejez, saciado de días, y de riquezas, y de gloria; y reinó Salomón su hijo en su lugar.


¶Y Jehová respondió a Salomón: Por cuanto hubo este pensamiento en tu corazón, y no has pedido riquezas, hacienda, ni honra, ni la vida de tus enemigos; ni tampoco has pedido larga vida, sino que has pedido para ti mismo sabiduría y ciencia, para que puedas juzgar a mi pueblo, sobre el cual te he hecho rey;


de los hombres con tu mano, oh Jehová! de los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida, y cuyo vientre llenas de tu tesoro. Hartan a sus hijos, y dejan el resto a los chiquitos de éstos.


Solamente en una semejanza de realidad anda el hombre en derredor; solamente para vanidad se alborota; allega riquezas, y no sabe quien las recogerá.


Los ojos se les saltan de gordura; tienen más de lo que puede desear el corazón.


Luego me puse a observar toda suerte de trabajos, y todo género de obra afortunada; y ví que por esto mismo el hombre es envidiado de su prójimo. ¡Esto también es vanidad y correr tras el viento!


Hombre hay que es solo, sin otro que le acompañe: ni siquiera hijo ni hermano tiene; y con todo, no hay fin de todo su afán, ni sus ojos se sacian de las riquezas. ¿Para qué pues, debería decir, me afano, y a mí mismo me privo del bien? ¡Esto también es vanidad y trabajo ímprobo!


¶Hay un mal muy grave que he visto debajo del sol, a saber, las riquezas guardadas por su dueño para perjuicio de sí mismo:


Y este también es un mal muy grave, el que justamente como vino, así mismo tenga que ir. ¿Qué provecho pues le queda a aquel que ha trabajado por alcanzar el viento?


He aquí lo que he visto yo: Es bueno y propio que el hombre coma y beba tranquilamente, y que disfrute de bien en todo su trabajo con que se afana debajo del sol, el corto numero de los días que le conceda Dios; porque esto es su porción.


Asimismo respecto de cualquier hombre a quien Dios le ha dado riquezas y haberes, y le ha concedido la facultad de gozar de ellos, y de tomar su porción, y de alegrarse en sus labores; esto es un don de Dios.


¿Por qué gastáis dinero por lo que no es pan, y os afanáis por lo que no os puede satisfacer? ¡Escuchadme con atención y comed lo que es bueno, y deléitense vuestras almas en grosura!


La herencia nuestra ha pasado a nuestros enemigos, y nuestras casas a los de tierra extraña.


¡Oye tú, oh rey¡ El Altísimo Dios dió a Nabucodonosor, tu padre, el reino, y la grandeza, y la gloria, y la majestad;


Los extraños han devorado su fuerza, mas él no lo sabe; también las canas le salen, esparcidas aquí y allí, mas él no lo sabe.


El fruto de tu tierra y todas tus labores, lo comerá un pueblo que tú no conoces; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días;


El extranjero que habitare en medio de ti se elevará sobre ti más y más alto, en tanto que tú descenderás más y más abajo.


A vuestra ida, llegaréis a una gente segura; y la tierra es de amplias dimensiones; levantaos, porque Dios la ha entregado en vuestras manos; lugar donde no falta cosa alguna que haya en la tierra.