y dijeron: ¡Vamos! edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue a los cielos, y hagámonos un nombre para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.
Eclesiastés 2:4 - Biblia Version Moderna (1929) Híceme pues obras grandes; me edifiqué casas; planté para mí viñas; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Engrandecí mis obras, edifiqué para mí casas, planté para mí viñas; Biblia Nueva Traducción Viviente También traté de encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos viñedos. Biblia Católica (Latinoamericana) Emprendí grandes obras. Me edifiqué casas, me planté viñas, La Biblia Textual 3a Edicion Engrandecí mis obras, me edifiqué palacios y planté viñedos para mí; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Emprendí grandes obras: me edifiqué palacios, planté viñedos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñas; |
y dijeron: ¡Vamos! edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue a los cielos, y hagámonos un nombre para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.
¶Y había Absalom durante su vida tomado en mano y erigido para sí la columna que está en el Valle del Rey; porque decía: No tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Por eso llamó la columna de su mismo nombre; la cual se llama Monumento de Absalom hasta el día de hoy.
Haya pacto entre mí y ti, como hubo entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado un regalo de plata y oro; anda pues, rompe tu pacto con Baasa rey de Israel, para que él se retire de mí.
Y ACONTECIÓ que cuando Salomón hubo acabado de edificar la Casa de Jehová, y la casa del rey, y cuando se hubo cumplido todo aquello que Salomón deseaba hacer;
y de las viñas, Simei ramatita; y del producto de las viñas para las bodegas del vino, Zabdi sifmita;
Edificó también torres en el desierto, y abrió a pico muchas cisternas; porque tenía grandes posesiones de ganado, así en la Sefela como en la mesa de Judá; tenía también labradores y viñadores en las montañas, y en el Carmelo de Judá; porque era aficionado a la agricultura.
¶En cuanto a la hija de Faraón, Salomón la hizo subir de la ciudad de David a la casa que había edificado para ella; porque decía: No ha de habitar mi mujer en la casa de David, rey de Israel; porque sagrados son aquellos lugares adonde ha entrado el Arca de Jehová.
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, y sus habitaciones hasta la postrera generación: llaman sus tierras de los nombres de ellos.
¡Mi amado es para mí como un ramillete de alheña, en las viñas de En-gadí!
y, madrugando para salir a las viñas, veamos si las vides han brotado y están en cierne; si los ganados han echado sus flores: allí te daré mis caricias.
DEJADME cantar del amado mío, el cántico de mi amigo respecto de su viña. Tuvo mi amado una viña en una colina muy feraz;
El rey habló y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para metrópoli del reino, con la fuerza de mi poder, y para la gloria de mi grandeza?