Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Eclesiastés 11:10 - Biblia Version Moderna (1929)

Por tanto, aparta de tu corazón la congoja, y aleja de tu carne la maldad; ¡porque la niñez y la primavera de la vida son vanidad!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

No dejes que la amargura se instale en ti, ni la enfermedad en tu cuerpo: ¡juventud y cabellos negros son traicioneros!

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Aparta, entonces, la frustración de tu corazón Y aleja el mal de tu carne, Porque la mocedad y la juventud son vanidad.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Aparta de tu corazón la tristeza y ten lejos de tu carne el sufrimiento, porque juventud y cabellos negros presto se pasan.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Eclesiastés 11:10
14 Tagairtí Cros  

Mas el hombre fatuo quiere pasar por entendido, aunque haya nacido el hombre como pollino de asno montés.


Porque escribes contra mí cosas amargas, y me haces heredar las iniquidades de mi juventud.


Sus huesos están llenos de los pecados de su juventud; éstos yacerán con él en el polvo.


¡No te acuerdes de los pecados de mi juventud y de mis transgresiones; mas conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por causa de tu bondad, oh Jehová!


He aquí, como a palmos me has dado los días; y mi vida es como una nada delante de ti; solamente una completa vanidad es todo hombre, a más valer. (Pausa.)


Solamente en una semejanza de realidad anda el hombre en derredor; solamente para vanidad se alborota; allega riquezas, y no sabe quien las recogerá.


La necedad está envuelta en el corazón del niño; pero la vara de corrección la alejará de él.


He visto cuantas obras se hacen debajo del sol; ¡y he aquí que el todo es vanidad y correr tras el viento!


¡Vanidad de vanidades! dice el Predicador, ¡vanidad de vanidades, todo es vanidad!


ACUÉRDATE pues de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan aquellos días aciagos, y se acerquen aquellos años; de los cuales dirás: ¡No tengo ya complacencia en ellos!


TENIENDO pues tales promesas, amados míos, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.


¶Mas huye de las pasiones juveniles, y sigue tras la justicia, la fe, el amor, la paz, con los que invocan al Señor con corazón puro.