Ahora pues, os impuso mi padre un yugo pesado, pero yo añadiré todavía más a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, yo empero os castigaré con escorpiones.
Eclesiastés 10:16 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un niño, y tus príncipes hacen comidas por la mañana! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana! Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Qué tristeza sufrirá el pueblo gobernado por un sirviente, cuyos líderes hacen fiesta desde la mañana! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Pobre de ti, país, cuyo rey es un muchacho y cuyos jefes están de parranda desde la mañana! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un muchacho, Y tus príncipes banquetean° de mañana! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de ti, país, que por rey tienes un niño y cuyos príncipes banquetean ya de mañana! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana! |
Ahora pues, os impuso mi padre un yugo pesado, pero yo añadiré todavía más a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, yo empero os castigaré con escorpiones.
Y se reunieron en derredor de él unos hombres ociosos, hijos de Belial, los cuales se hicieron fuertes contra Roboam hijo de Salomón, cuando Roboam era joven, y tímido de corazón, y no podía hacer frente a ellos.
¶De edad de veinte y un años era Sedequías cuando entró a reinar, y once años reinó en Jerusalem;
De edad de veinte y tres años era Joacaz cuando entró a reinar, y tres meses reinó en Jerusalem.
¶De edad de veinte y cinco años era Joaquim cuando entró a reinar, y once años reinó en Jerusalem; e hizo lo que era malo a los ojos de Jehová su Dios.
¶De edad de ocho años era Joaquín cuando entró a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalem; e hizo lo que era malo a los ojos de Jehová.
El príncipe falto de entendimiento es también un gran opresor; mas aquel que aborrece las ganancias injustas prolongará sus días.
Los esfuerzos desatinados del insensato le cansan; porque ni siquiera sabe ir a la ciudad.
En cuanto a mi pueblo, muchachos son sus opresores, y mujeres los rigen. ¡Oh pueblo mío, tus guías te hacen errar, y pervierten la carrera de tus sendas!
¡Oh casa de David, así dice Jehová! ¡Administrad la justicia prestamente, y librad al robado de mano del opresor, no sea que salga mi indignación como fuego, y arda de modo que no haya quien la apague, a causa de la maldad de vuestros hechos!