Y tú eres aquel que dijiste en tu corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de Asamblea, en los lados del Norte;
Daniel 8:10 - Biblia Version Moderna (1929) Engrandecióse pues contra la milicia del cielo, y echó a tierra algunos de la milicia celestial y de las estrellas, y los holló. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. Biblia Nueva Traducción Viviente Su poder llegó hasta los cielos, donde atacó al ejército de los cielos y arrojó a la tierra a algunos de los seres celestiales y a algunas de las estrellas y los pisoteó. Biblia Católica (Latinoamericana) Alcanzó el ejército de los cielos e hizo caer a la tierra una parte de él como estrellas a las que pisoteó. La Biblia Textual 3a Edicion Y se engrandeció hasta el ejército de los cielos, y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Creció hasta el ejército del cielo, echó por tierra parte de este ejército y de las estrellas y las pisoteó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra y las pisoteó. |
Y tú eres aquel que dijiste en tu corazón: ¡Al cielo subiré; sobre las estrellas de Dios ensalzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de Asamblea, en los lados del Norte;
Embriagadle de mi caliz de ira, porque contra Jehová se ha engrandecido; por tanto Moab revolcaráse en su mismo vómito, y será él también objeto de irrisión.
Volverá pues a su tierra con grandes riquezas, y su corazón estará puesto contra el santo pacto; y hará su voluntad, y volverá a su país.
Pues vendrán contra él las galeras de Kitim, por lo cual se despechará, y regresará, y estará rabioso contra el santo pacto; y hará su voluntad; yvolverá, y tendrá inteligencia con los que abandonan el santo pacto.
¶Después de esto yo estaba mirando en visones de la noche, y he aquí otra cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía grandes dientes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras las hollaba con sus pies; y era diferente de todas las bestias que habían sido antes que ella; y tenía diez cuernos.
Y le ví llegarse junto al carnero, y, exasperado contra él, hirió al carnero, y quebró sus dos cuernos: y no tuvo el carnero poder para mantenerse delante de él; por lo cual le derribó en tierra, y le holló; y no hubo quien librase al carnero de su mano.
Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y arrojólas sobre la tierra: y el dragón se puso delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo, luego que ella lo hubiese dado a luz.