Y José era de edad de treinta años cuando se presentó delante de Faraón rey de Egipto. Así salió José de la presencia de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
Daniel 1:19 - Biblia Version Moderna (1929) Y cuando el rey habló con ellos, no fué hallado entre todos ellos ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; por lo cual ellos permanecieron en la presencia del rey. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y el rey habló con ellos, y no fueron hallados entre todos ellos otros como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; así, pues, estuvieron delante del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey habló con ellos y ninguno le causó mejor impresión que Daniel, Ananías, Misael y Azarías. De modo que entraron al servicio real. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey les habló y, entre todos ellos, no encontró a ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Se quedaron pues para servir al rey. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando el rey habló con ellos, no fue hallado entre todos ellos ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; y así, permanecieron en presencia del rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey conversó con ellos; y de entre todos los jóvenes, no se encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Quedaron, pues, al servicio del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías; y así estuvieron delante del rey. |
Y José era de edad de treinta años cuando se presentó delante de Faraón rey de Egipto. Así salió José de la presencia de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.
ENTONCES Elías tesbita, que era de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: ¡Vive Jehová, el Dios de Israel, delante de quien yo estoy en pie, cual siervo suyo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia, sino conforme a mi palabra!
¿ves a un hombre diligente en sus negocios? se presentará delante de los reyes; no estará en presencia de hombres de baja esfera
Por tanto, así me dijo Jehová: Si te volvieres, yo te restauraré, para que puedas estar en pie delante de mí; y si separares lo precioso de lo vil, serás entonces como boca mía: ellos deben volver a ti, mas tú no debes volver a ellos.
Y al fin de los días que había señalado el rey para hacer presentar a aquellos jóvenes ante sí, el príncipe de los eunucos los presentó delante de Nabucodonosor.
algunos muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, sino que fuesen de hermosa presencia, e inteligentes en toda sabiduría, y conocedores de las ciencias, y entendidos en conocimientos útiles, y que tuviesen la suficiencia para estar en el palacio del rey; a los cuales enseñase las letras y la lengua de los Caldeos.
También el rey les señaló su ración diaria de los manjares delicados del rey, y del vino que él mismo bebía; y mandó que los mantuviese así portres años; para que al fin de ellos se presentasen delante del rey.
Y entre ellos había, de los hijos de Judá, Daniel, Ananías, Misael y Azarías;
a los cuales puso nombres el príncipe de los eunucos: a Daniel le llamó Beltsasar, a Ananías, Sadrac, a Misael, Mesac, y a Azarías, Abed-nego.
Y salió el edicto; y los sabios eran llevados a la muerte; buscaban también a Daniel y a sus compañeros para matarlos.
Por mí pues se establece decreto, que cualquier pueblo, nación o lengua que hablare en mengua del Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea hecho trozos, y sus casas sean convertidas en muladar; por cuanto no hay otro Dios alguno que pueda librar de esta manera.