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Cantares 4:8 - Biblia Version Moderna (1929)

¡Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía, ven conmigo desde el Líbano! ¡Sal conmigo desde la cumbre de Amana, desde la cumbre de Senir y de Hermón, desde las guaridas de los leones, desde las montañas de los leopardos!

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Biblia Reina Valera 1960

Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ven conmigo desde el Líbano, esposa mía; ven conmigo desde el Líbano. Desciende del monte Amana, de las cumbres del Senir y del Hermón, donde los leones tienen sus guaridas y los leopardos viven entre las colinas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ven del Líbano, novia mía, ven hasta acá del Líbano, deja lo alto del Amaná, las cumbres del Samir y del Hermón, moradas de leones, guaridas de leopardos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Ven conmigo desde el Líbano! ¡Oh esposa mía, ven del Líbano! Sal, desde la cumbre del Amaná, Desde la cumbre del Senir y del Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ven del Líbano, novia mía, ven del Líbano, llega: vuelve desde las cumbres del Amaná, desde las cimas del Senir y del Hermón, de las guaridas de leones, de las montañas de panteras.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía, ven conmigo desde el Líbano; mira desde la cumbre de Amana, desde la cumbre de Senir y de Hermón, desde las guaridas de los leones, desde las montañas de los leopardos.

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Cantares 4:8
19 Tagairtí Cros  

Trató también de los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que brota de la pared: disertó asimismo de las bestias, y de las aves, y de los reptiles, y de los peces.


Por ventura Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podré lavarme en ellos y ser limpio? Por lo cual volvió su rostro y se fué, ardiendo en ira.


¶Y los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en esa tierra; y se multiplicaron allí, desde el Basán hasta Baal-hermón y Senir y el monte Hermón.


¡Oye, hija, y mira, e inclina tu oído, y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre!


Haya aunque sea un puñado de grano en la tierra, sobre las cumbres de las montañas, hará estruendo su fruto como los cedros del Líbano, y desde la ciudad florecerán los justos como la hierba de la tierra.


DIOS es conocido en Judá, su nombre es grande en Israel;


¡Ilustre eres tú y glorioso, más que las montañas de rapiña!


El norte y el sur, tú los creaste; Tabor y Hermón se regocijan en tu nombre.


¡Dejad las simplezas y vivid: y marchad adelante en el camino de la inteligencia


la higuera va madurando sus brevas, y las vides, en cierne, despiden su fragancia: ¡levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y vente conmigo!


¡HE venido a mi jardín, hermana mía, esposa mía; he cogido mi mirra con mi bálsamo; he comido mi panal con mi miel; he bebido mi vino con mi leche! ¡Comed, oh amigos, bebed, sí, bebed con largueza, mis bien amados!


¡Ven, amado mío, salgamos al campo;  alojémonos en las aldeas;


Porque como un mancebo se casa con una virgen, así tus hijos te poseerán a ti; y de la manera que el novio se regocija sobre la novia, así tu Dios se regocijará sobre ti.


De los abetos de Senir fabricaron toda tu tablazón; tomaron cedros del Líbano para hacer tus mástiles.


Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.


¡Ruégote me permitas pasar y ver aquella buena tierra que está más allá del Jordán, aquella serranía hermosa y el Líbano!


(los Sidonios llaman al Hermón Sirión, pero los Amorreos lo llaman Senir);


ESTOS son pues los reyes de la tierra a quienes hirieron los hijos de Israel, y de cuya tierra se apoderaron, de la otra parte del Jordán, hacia donde nace el Sol, desde el torrente de Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá a la banda oriental del Jordán: