¶Jehová dijo además a Moisés: Tómate estas especias aromáticas: estacte y ónice y gálbano, especias aromáticas con olíbano puro; de cada una igual peso;
Cantares 3:6 - Biblia Version Moderna (1929) ¿Quién es ésta, que viene subiendo del desierto, como columnas de humo, perfumada con mirra y olíbano, y con todos los polvos aromáticos del traficante? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso Y de todo polvo aromático? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Quién es ese que viene majestuosamente desde el desierto como una nube de humo? ¿Quién es el que viene perfumado con mirra e incienso y todo tipo de especias? Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Quién es este que sube del desierto?
Parece ser una columna de humo
perfumado de mirra y de incienso
y de todos los aromas. La Biblia Textual 3a Edicion Coro ¿Qué es lo que sube del desierto Como columnas de humo, Perfumado con mirra e incienso, Y con todos los aromas del mercader? Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Qué es aquello que sube del desierto, cual columna de humo, perfumado de mirra y de incienso, del aroma mejor del mercader? Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, perfumada de mirra y de incienso, y de todo polvo aromático? |
¶Jehová dijo además a Moisés: Tómate estas especias aromáticas: estacte y ónice y gálbano, especias aromáticas con olíbano puro; de cada una igual peso;
Como manojito de mirra es para mí el amado mío. entre mis pechos reposará.
Tus ungüentos son gratos al olfato; tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman.
¡He aquí la litera propia de Salomón! Sesenta valientes la rodean, de los valientes de Israel.
¡Hasta que refresque el día y declinen las sombras de la tarde, iréme al monte de la mirra, y a la colina del olíbano!
sus mejillas como eras de bálsamo, como montones de hierbas olorosas; sus labios, lirios rosados que gotean la mirra líquida;
Levantéme yo para abrir a mi amado; goteaban mirra mis manos, y mis dedos, mirra líquida sobre la manecilla del cerrojo.
¿Quién es ésta que viene subiendo del desierto, apoyada en su amado? Debajo de este manzano te desperté yo; allí tu madre tuvo dolores de parto por ti, allí tuvo dolores de parto aquella que te dió a luz.
pues he aquí que voy a hacer una cosa nueva, ahora saldrá a luz, ¿no lo habéis de conocer vosotros? Sí, voy a proveer en el desierto camino, y ríos en el yermo.
Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.
Así dice Jehová: El pueblo de los que escaparon, de la espada a hallado gracia en el desierto: iré a darle descanso, es decir, a Israel.
Como uvas en el desierto yo hallé a Israel; ví a vuestros padres como brevas en la higuera, en su primera cosecha; mas ellos acudieron a Baal-peor, y se consagraron a la Vergüenza; y se hicieron asquerosos como aquello que amaban.
Y entrando en la casa, hallaron al niño, con su madre María; y cayendo en tierra, le tributaron homenaje: y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones: oro, olíbano y mirra.
Y te acordarás de todo el camino por donde te hizo andar Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto a fin de humillarte y de probarte, para saber lo que había en tu corazón y si guardarías sus mandamientos o no.
Ahora empero lo tengo todo en abundancia: lleno estoy, habiendo recibido, por conducto de Epafrodito, las cosas enviadas de vuestra parte; ofrenda de olor grato, sacrificio acepto, muy agradable a Dios.
Y a la mujer le fueron dadas dos alas, como de un águila grande, para que volase al desierto, a su lugar, donde ella es sustentada por un tiempo y dos tiempos y la mitad de un tiempo, para resguardarla de la furia de la serpiente.
Y la mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios, para que allí la sustentasen mil doscientos y sesenta días.
y canela, y especias, e incienso, y ungüento, y olíbano, y vino, y aceite, y flor de harina, y trigo, y bestias de carga, y ovejas; y mercancías de caballos y de carruajes, y de esclavos; y almas de hombres.
¶Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, delante del Cordero, teniendo cada cual un arpa, y tazones de oro llenos de incienso, que son las oraciones de los santos.