¡Porque este Dios es nuestro Dios para siempre jamás: él nos guiará hasta la muerte!
Cantares 2:16 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Mi amado es mío, y yo soy de él! apacienta su rebaño en medio de los lirios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios. Biblia Nueva Traducción Viviente Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios. Biblia Católica (Latinoamericana) Mi amado es para mí,
y yo para mi amado;
lleva a su rebaño a pastar entre los lirios. La Biblia Textual 3a Edicion Ella ¡Mi amado es mío y yo suya! Él pastorea entre los lirios Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mi amado es mío y yo soy suya; del pastor de azucenas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta entre lirios. |
¡Porque este Dios es nuestro Dios para siempre jamás: él nos guiará hasta la muerte!
¡OH Dios, Dios mío eres tú! ¡de madrugada te buscaré! ¡mi alma tiene sed de ti; mi carne suspira por ti, en tierra seca y sedienta, donde no hay aguas;
Dime, oh tú a quien ama mi alma, dónde apacientas tu rebaño; dónde lo haces sestear al medio día; pues ¿por qué he de ser yo como alguna tapada, junto a los rebaños de tus compañeros?
Tus dos pechos son como gemelas de gacela, que pacen en medio de los lirios.
Mi amado ha descendido a su jardín, a las eras de bálsamo, para recrearse en los jardines, y para coger azucenas.
¡Yo soy de mi amado, y mi amado es mío! él apacienta su rebaño entre los lirios.
¡Las mandrágoras despiden su fragancia, y junto a nuestras puertas están toda suerte de frutas exquisitas, tanto nuevas como añejas, que tengo guardadas para ti, oh amada mío!
sino que éste será el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en sus entrañas, y en su corazón la escribiré; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo:
Y traeré esta tercera parte por el fuego, y los acrisolaré como se acrisola la plata, y los probaré como se prueba el oro; ella clamará a mí, y yo le responderé: diré: ¡Pueblo mío es! y ella dirá: ¡Jehová es mi Dios!
He sido 'crucificado' con Cristo; sin embargo vivo; mas no ya yo, sino que Cristo vive en mí: y aquella vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó, y se dió a sí mismo por mí.