Ciertamente la ira del hombre te alabará; y el residuo de las iras reprimirás.
Apocalipsis 6:6 - Biblia Version Moderna (1929) Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; y: No dañes el aceite ni el vino. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Biblia Nueva Traducción Viviente Y oí que una voz que salió de entre los cuatro seres vivientes decía: «Un pan de trigo o tres panes de cebada costarán el salario de un día. Y no desperdicies el aceite de oliva y el vino». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces se escuchó una voz de en medio de los cuatro Seres que decía: 'Una medida de trigo por una moneda de plata; tres medidas de cebada por una moneda también; ya no gastes el aceite y el vino. La Biblia Textual 3a Edicion Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Un cuartillo de trigo por un denario, y tres cuartillos de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: 'Una medida de trigo por denario; y tres medidas de cebada por denario. Pero el aceite y el vino no los dañes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Una medida de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario; y no hagas daño al vino ni al aceite. |
Ciertamente la ira del hombre te alabará; y el residuo de las iras reprimirás.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres y terremotos por diferentes lugares.
Y delante del trono había un mar de vidrio, parecido al cristal; y en medio, delante del trono, y alrededor del trono, había cuatro seres vivientes, llenos de ojos, delante y detrás.
Y los cuatro seres vivientes, teniendo cada uno de ellos seis alas, están llenos de ojos alrededor y por dentro; y no cesan día ni noche de decir: ¡Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el cual era, y el cual es, y el cual ha de ser!
diciendo: No dañéis la tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta tanto que hayamos sellado a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.
Y se les dijo que no dañasen la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni árbol alguno, sino solamente a aquellos hombres que no tenían el sello de Dios en sus frentes.