¡Lejos sea de ti el obrar de esta manera, que hagas morir al justo con el inicuo, y que el justo sea tratado como el inicuo! ¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?
Apocalipsis 20:11 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y ví un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él, de cuya presencia huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado lugar para ellos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. La tierra y el cielo huyeron de su presencia, pero no encontraron ningún lugar donde esconderse. Biblia Católica (Latinoamericana) Luego vi un trono grande y espléndido y a uno que estaba sentado en él; el cielo y la tierra huyeron al verlo sin que quedaran huellas de ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él, ante cuyo rostro huyeron la tierra y el cielo, y no fue hallado lugar para ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos. |
¡Lejos sea de ti el obrar de esta manera, que hagas morir al justo con el inicuo, y que el justo sea tratado como el inicuo! ¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?
aquel que sacude la tierra, removiéndola de su asiento, de manera que sus columnas bambolean:
ellos perecerán, más tú permanecerás; y todos ellos, como una vestidura, se gastarán; los mudarás como un manto, y serán mudados:
Dios reina sobre las naciones: se ha sentado Dios sobre su santo trono.
Justicia y juicio son el asiento de tu trono; misericordia y verdad irán delante de tu rostro.
Nubes y tinieblas están al rededor de él; justicia y juicio son el asiento de su trono.
EN el año que murió el rey Uzías, yo ví al Señor sentado sobre un trono alto y excelso; y las faldas de su ropa llenaban el Templo.
Entonces fueron desmenuzados juntamente el hierro, el barro, el bronce, la plata, y el oro; los cuales se tornaron como el tamo de las eras de verano; y se los llevó el viento, de manera que nunca más fué hallado el lugar de ellos; pero la piedra que hirió la imagen vino a ser una gran montaña, que llenó toda la tierra.
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares ministraban delante de él, y millones de millones en su presencia se levantaban; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Pero os digo que será más llevadera la condenade Tiro y Sidón en el día del juicio, que la de vosotras.
¶Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;
mas según tu dureza y tu corazón impenitente, atesoras para ti mismo la ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios;
pero los cielos de ahora y la tierra, por la misma palabra están guardados para el fuego, siendo reservados para el día del juicio y de la destrucción de los hombres inicuos.
¶Y ví el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y aquel que estaba sentado sobre él se llamaba Fiel y Verdadero; y en justicia juzga y hace guerra.
Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y le ató por mil años,
Y VÍ un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe.
Y Aquel que estaba sentado sobre el trono, dijo: ¡He aquí yo hago nuevas todas las cosas! Y dijo: ¡Escríbelo; porque estas palabras son fieles y verdaderas!
¶Al punto estuve en el Espíritu: y he aquí un trono estaba colocado en el cielo, y sobre el trono había uno sentado.
Y el cielo fué removido como el rollo de un libro cuando es arrollado; y cada monte e isla fueron traspasados de sus lugares.