¡Y la luna será abochornada, y el sol se avergonzará; por cuanto Jehová de los Ejércitos reina ya en el Monte de Sión, y en Jerusalem, y delante de sus ancianos, gloriosamente!
Apocalipsis 16:8 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Y el cuarto derramó su tazón sobre el sol; y le fué dada, al sol, facultad de quemar a los hombres con fuego. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, esto hacía que quemara a todos con su fuego. Biblia Católica (Latinoamericana) El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, y su calor comenzó a quemar a la gente. La Biblia Textual 3a Edicion El cuarto derramó su copa sobre el sol, y le fue dado quemar a los hombres con fuego. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El cuarto derramó su copa sobre el sol y le fue concedido abrasar a los hombres con fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el cuarto ángel derramó su copa sobre el sol; y le fue dado quemar a los hombres con fuego. |
¡Y la luna será abochornada, y el sol se avergonzará; por cuanto Jehová de los Ejércitos reina ya en el Monte de Sión, y en Jerusalem, y delante de sus ancianos, gloriosamente!
Y aconteció que cuando se levantó el sol, previno Dios un viento solano abrasador; y el sol dió sobre la cabeza de Jonás, de tal modo que desfallecía, y pidió para sí la muerte; diciendo: ¡Para mí mejor es morir que vivir!
¶Y habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y sobre la tierra angustia de naciones, en perplejidad, a causa de los bramidos del mar y la agitación de las ondas;
el sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, ese día grande e ilustre.
Y otro ángel salió de junto al altar, el cual tenía poder sobre el fuego; y clamó a gran voz a aquel que tenía la hoz aguda, diciendo: ¡Echa tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras!
¶Y ví cuando abrió el sexto sello; y sucedió un gran terremoto, y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió toda roja como sangre,
Ya no tendrán más hambre, ni tendrán ya más sed; ni los herirá el sol, ni calor alguno:
¶Y el cuarto ángel tocó la trompeta: y fué herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; para que fuese entenebrecida la tercera parte de ellos, y para que el día no resplandeciese en su tercera parte, y de la misma manera, la noche.
Y abrió el pozo del abismo; y subió humo del pozo, como el humo de un gran horno; y fueron entenebrecidos el sol y el aire, a causa del humo del pozo.