Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Amós 5:10 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Mas ay! ¡ellos aborrecen al que reprende en la puerta, y tienen abominado al que habla rectamente! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Cómo odian ustedes a los jueces honestos! ¡Cómo desprecian a los que dicen la verdad! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como el ajenjo y tiran por el suelo la justicia! La Biblia Textual 3a Edicion °Que en la puerta° aborrecen al que amonesta, Y detestan al que habla rectamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 odian al testigo en el juicio y detestan al que habla rectamente! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ellos odian al que reprende en la puerta de la ciudad, y aborrecen al que habla lo recto. |
Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Y Acab respondió a Elías: ¿Me has hallado, oh enemigo mío? A lo que dijo: Sí, te he hallado; por cuanto te has vendido para hacer maldad delante de Jehová.
Y respondió el rey de Israel a Josafat: Todavía hay un hombre por medio de quien pudiéramos consultar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca profetiza acerca de mí cosa buena, sino siempre mala; es a saber, Micaya hijo de Imla. A lo cual respondió Josafat: No hable el rey así.
Pero sucedió que, mientras le hablaba, Amasias le respondió: ¿Acaso te hemos constituído a ti consejero del rey? Desiste; ¿por qué te habrán de matar? En efecto desistió el profeta; mas le dijo: Ya sé que Dios ha determinado destruirte, por cuanto has hecho esto, y no has escuchado mi consejo.
Mas ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y despreciaban las palabras de él, y hacían escarnio de sus profetas, en grado que subió de punto la ardiente indignación de Jehová contra su pueblo, hasta no haber remedio.
El escarnecedor no ama al que le reprende; no quiere acercarse a los sabios.
los que hacen ofensor a un hombre por una mera palabra, y arman lazos para aquel que reprende en la puerta, y pervierten la causa del justo en falsía.
Más aún, la verdad no se puede hallar, y el que se aparte del mal a sí mismo se hace presa. Y Jehová lo vió, y lo llevó a mal que no hubiese justicia.
Mas oyó Ebed-melec etíope, eunuco que había en la casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la cisterna. Y el rey estaba sentado a la sazón en la puerta de Benjamín.
Sin embargo, no se ponga ninguno a contender, ni nadie reprenda; porque tu pueblo es parecido a los que contienden con el sacerdote.
y el sacerdote le mirará, y si viere que hay hinchazón blanca en la piel, la cual ha mudado en blanco el color del pelo, y que hay un encrudecimiento de carne viva en la hinchazón;
Aborreced lo malo, y amad lo bueno, y restableced la justicia en los tribunales; quizás así Jehová el Dios de los Ejércitos se compadecerá del resto de José.
Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como a cosa suya; mas por cuanto no sois del mundo, sino que yo os he escogido del mundo, por esto os odia el mundo.
Porque todo aquel que obra el mal, odia la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
El mundo no puede odiaros a vosotros, mas a mí sí me odia, porque yo testifico de él que sus obras son malas.
Y los que habitan sobre la tierra se regocijan sobre ellos, y hacen fiesta, y se envían regalos los unos a los otros; porque estos dos profetas atormentaron a los que habitan sobre la tierra.