Y la que cayó entre espinos, son los que habiendo oído, siguen su camino, y son ahogados con las afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran fruto.
2 Timoteo 2:4 - Biblia Version Moderna (1929) Ninguno que milita, se envuelve en los negocios de esta vida, para que pueda agradar a aquel que le alistó por soldado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Biblia Nueva Traducción Viviente Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó. Biblia Católica (Latinoamericana) El que se alista en el ejército trata de complacer al que lo contrató, y no se mete en negocios civiles. La Biblia Textual 3a Edicion Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar al que lo alistó como soldado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre que se alista en la milicia no se enreda en los negocios civiles si quiere complacer al que lo ha reclutado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguno que milita se enreda en los negocios de esta vida; a fin de agradar a aquel que lo escogió por soldado. |
Y la que cayó entre espinos, son los que habiendo oído, siguen su camino, y son ahogados con las afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran fruto.
Por lo cual también nos esforzamos, para que, ora presentes en el cuerpo o ausentes de él, seamos aceptos al Señor:
ESTAD pues firmes en la libertad con que Cristo nos ha hecho libres, y no os sujetéis otra vez bajo el yugo de la servidumbre.
sino que, según hemos sido aprobados de Dios, para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.
porque Demas me ha abandonado, amando más este siglo presente, y se ha ido a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia, Tito a Dalmacia.
Porque si después que se hayan escapado de las contaminaciones del mundo, por medio del conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, dejándose enredar otra vez en ellas, son vencidos, se les hace peor el estado postrero que el primero.