Todas las mujeres también cuyo corazón las impulsó en sabiduría, hilaron pelos de cabra.
2 Timoteo 1:6 - Biblia Version Moderna (1929) Por causa de lo cual, te amonesto que avives el don de Dios que hay en ti, por medio de la imposición de mis manos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Biblia Nueva Traducción Viviente Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. La Biblia Textual 3a Edicion Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso te insisto en que reavives ese don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual te aconsejo que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. |
Todas las mujeres también cuyo corazón las impulsó en sabiduría, hilaron pelos de cabra.
¶Entonces Moisés llamó a Bezalel y a Aholiab y a todos los inteligentes de corazón, aquellos en cuyos corazones Jehová había puesto sabiduría; todo aquel cuyo corazón le impulsó a que se llegase a la obra para hacerla;
Si no, ¡hazme recordar! ¡entremos en juicio juntos! ¡alega lo que puedas, para justificarte!
Y habiendo llamado diez siervos de los suyos, les dió diez minas, y les dijo: Negociad con esto hasta que yo venga.
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas extrañas, y profetizaban.
a quienes presentaron delante de los apóstoles; los cuales, habiendo orado, les impusieron las manos.
No descuides el don que hay en ti, que te fué dado por medio de profecía, con imposición de las manos del presbiterio.
¶Si impusieres a los hermanos en estas cosas, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena enseñanza, que has seguido estrictamente.
¶Trae estas cosas a su memoria, requiriéndoles solemnemente delante del Señor, que no contiendan sobre palabras, que para nada aprovechan, sino para trastornar a los oyentes.
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; reprende, censura, exhorta, con toda longanimidad y paciente enseñanza.
de los bautismos, de la enseñanza catequística, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.
¶Por lo cual cuidaré siempre de recordaros estas cosas, aunque las conocéis, y estáis confirmados en la presente verdad.
ESTA es pues, amados míos, la segunda epístola que os escribo; y en ambas a dos excito vuestro ánimo sincero por medio de recuerdos;
¶Deseo pues recordaros, ya que de una vez lo conocéis todo, que el Señor, habiendo salvado al pueblo, sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.