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2 Samuel 19:4 - Biblia Version Moderna (1929)

Mientras tanto el rey se cubría la cara, y clamaba el rey a grandes voces: ¡Hijo mío, Absalom! ¡oh Absalom, hijo mío, hijo mío!

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Biblia Reina Valera 1960

Mas el rey, cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón, Absalón, hijo mío, hijo mío!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El rey se cubrió el rostro con las manos y seguía llorando: «¡Oh, Absalón, hijo mío! ¡Oh, Absalón, hijo mío, hijo mío!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Por eso, ese día el pueblo regresó sin ruido a la ciudad, como gente que han huido durante la batalla y que regresan avergonzados pasando inadvertidos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y el rey había cubierto su rostro y clamaba a gran voz: ¡Oh, hijo mío, Absalón! ¡Oh Absalón, hijo mío, hijo mío!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por eso el ejército entró furtivamente aquel día en la ciudad como entra avergonzado un ejército que ha huido del combate.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el rey, cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón, Absalón, hijo mío, hijo mío!

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2 Samuel 19:4
5 Tagairtí Cros  

Y SUPO Joab hijo de Sarvia que el corazón del rey estaba inclinado hacia Absalom.


¶Entretanto David subía la cuesta del Monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza y andando descalzo. Asimismo toda la gente que iba con él, se cubría cada cual la cabeza; ellos también subían, y subían llorando.


Entonces el rey fué profundamente conmovido, y se subió a la cámara que estaba sobre la puerta, y allí lloraba; y decía así en tanto que se iba: ¡Hijo mío, Absalom! ¡hijo mío, hijo mío, Absalom ¡quién me diera que hubiera yo muerto en lugar de ti, oh Absalom, hijo mío, hijo mío!


Por lo cual el pueblo se entró en la ciudad a hurtadillas en aquel día; lo mismo que suele entrar a hurtadillas la gente avergonzada cuando huye en la batalla.


¶Entonces Joab llegóse al rey, dentro de la casa, y le dijo: ¡Has hecho avergonzar el rostro de todos tus siervos, los cuales hoy han salvado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida dé tus mujeres y la vida de tus concubinas,